miércoles, 27 de marzo de 2013

Índice Mexicano sobre la Vulnerabilidad ante la Trata de Personas

La trata de personas constituye el peor crimen social del siglo XXI. Sus perpetradores cometen las más crueles vejaciones en contra de millones de personas en todo el mundo, mientras que sus víctimas se ven despojadas de su libertad, de sus proyectos y de sus capacidades para realizaros.

Así, la persistencia de este crimen en una sociedad evidencia no sólo la desprotección de las personas ante 
múltiples abusos y tratos degradantes, sino también una crisis de valores y prioridades sociales.

Lo anterior, porque la presencia generalizada de la trata de personas sólo puede darse en el contexto de un 
clima social de violencia, abuso, maltrato y discriminación en contra de mujeres, niñas, niños y adolescentes, quienes de acuerdo con la literatura especializada, constituyen los grupos de población que en mayor medida son “enganchados” y convertidos en víctimas de los tratantes.

A fin de conocer los patrones identificados por organismos internacionales e identificar los factores de mayor peso en la determinación del nivel de riesgo que corre una persona de convertirse en víctima de la trata.Y recurriendo a documentos elaborados por la Organización Internacional del Trabajo (OIT), el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF), así como la Organización de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC),se identificaron las actividades en las que con mayor recurrencia se han identificado casos de trata de personas, así como los factores de vulnerabilidad individuales que caracterizan a las víctimas.

De este modo, vale la pena destacar en primer término, las 8 actividades que la Organización Internacional del Trabajo ha señalado como las de mayor riesgo: 1) la agricultura y la horticultura  2) la construcción; 3) la industria textil; 4) establecimientos de expendio de bebidas; 5) la minería; 6) procesamiento de alimentos y empacadoras; 7) la industria de los transportes y ; 8) la “industria” del sexo y la prostitución

En estos sectores, la OIT ha detectado que las principales víctimas de la trata y el trabajo forzoso son:

a) Los trabajadores que forman parte de grupos de población que han sufrido periodos prolongados de discriminación, tales como las poblaciones indígenas de Latino américa.

b) Los trabajadores migrantes, particularmente aquellos en situación migratoria irregular.

c) Los trabajadores empleados en actividades informales, incluidos los trabajadores de zonas rurales remotas y;

d) Población joven e inexperta, o población analfabeta quienes pueden ser menos conscientes de los derechos humanos y laborales que poseen.

.Por otra parte, UNICEF destaca en su documento Contra la Trata de niñas, niños y adolescentes, 2008 (reseñado por CEIDAS, en el Primer Diagnóstico sobre las Condiciones de Vulnerabilidad que propician la trata de personas en México, 2009), que entre los factores que propician la trata de niñas niños y adolescentes son:

a) La pobreza
b) La desigualdad y las inequidades de género
c) La baja tasa de matriculación escolar
d) La presencia de niños desamparados o separados de sus familias
e) Falta de registro al nacimiento
f) Alta demanda de servicios para la explotación sexual y el uso de mano de obra barata
g) Tradiciones y valores culturales que permiten el abuso contra los niños.

En términos generales, en la Hoja informativa de Indicadores sobre la Trata de Personas, la UNODC coincide en el señalamiento con respecto a que las víctimas de trata de personas responden a las características descritas, destacando 
además la posibilidad de que la trata se dé también en ámbitos en los que está presente el trabajo doméstico.