miércoles, 30 de septiembre de 2015

Palabras de Raúl Castro en la Asamblea General de la ONU

Distinguidos Jefes y Jefas de Delegaciones:
Señor Secretario General de las Naciones Unidas:
Señor Presidente:

Hace setenta años que, en nombre de los pueblos, los miembros de esta organización suscribimos la Carta de las Naciones Unidas. Nos comprometimos a preservar a las generaciones venideras del flagelo de la guerra y a edificar una nueva forma de relacionarnos bajo la guía de un conjunto de propósitos y principios, que debían augurar una época de paz, justicia y desarrollo para toda la humanidad.

Sin embargo, a partir de entonces, han sido constantes las guerras de agresión, la intervención en los asuntos internos de los Estados, el derrocamiento por la fuerza de gobiernos soberanos, los denominados “golpes suaves” y la recolonización de territorios, que han sido perfeccionados con formas de actuar no convencionales, con el empleo de nuevas tecnologías y esgrimiendo supuestas violaciones de los derechos humanos.

Es inaceptable la militarización del ciberespacio y el empleo encubierto e ilegal de las tecnologías de la información y las comunicaciones para agredir a otros Estados, como también lo es que se distorsione la promoción y protección de los derechos humanos, utilizándolos de forma selectiva y discriminatoria para validar e imponer decisiones políticas.

A pesar de que la Carta nos llama a “reafirmar la fe en los derechos fundamentales del hombre, en la dignidad y el valor de la persona humana”, el disfrute de los derechos humanos continúa siendo una utopía para millones de personas.

Se niega a la humanidad el derecho a vivir en paz y su derecho al desarrollo. Es en la pobreza y la desigualdad donde deben buscarse las causas de los conflictos, generados por el colonialismo y el despojo de las poblaciones autóctonas, primero, y más tarde por el imperialismo y el reparto de esferas de influencia.

El compromiso asumido en 1945 de “promover el progreso social y elevar el nivel de vida” de los pueblos y su desarrollo económico y social, sigue siendo una quimera, cuando 795 millones de personas sufren hambre, 781 millones de adultos son analfabetos y 17 mil niños mueren cada día de enfermedades curables, mientras que los gastos militares anuales en todo el mundo ascienden a más de 1,7 millones de millones de dólares.

Con sólo una fracción de ese monto podrían solucionarse los problemas más acuciantes que azotan a la humanidad

Incluso, en los países industrializados ya prácticamente desaparecieron las “sociedades de bienestar”, que se nos presentaban como el modelo a seguir. Los sistemas electorales y los partidos tradicionales, que dependen del dinero y la publicidad, son cada vez más ajenos y distantes de las aspiraciones de sus pueblos.

El cambio climático pone en peligro la existencia de la especie humana, y los Estados deben asumir responsabilidades comunes pero diferenciadas, ante la inobjetable realidad de que no todos los países somos responsables por igual, ni despilfarramos los recursos naturales y humanos en un consumismo irracional e insostenible.

Las consecuencias del cambio climático son especialmente devastadoras en los pequeños países insulares en desarrollo e imponen una tensión adicional a sus frágiles economías. Lo mismo sucede en África, con el incremento inexorable de la desertificación.

Nos solidarizamos con nuestros hermanos caribeños y demandamos que se les dé un trato especial y diferenciado. Apoyamos a los países africanos y reclamamos para ellos un tratamiento justo, transferencia de tecnología y recursos financieros.

Señor Presidente:

Con la creación de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC) y, particularmente, con la firma por los jefes de Estado y de Gobierno, en enero del 2014, de la Proclama de América Latina y el Caribe como Zona de Paz, ha quedado demostrado que, por encima de nuestras diferencias, podemos avanzar hacia la unidad y la consecución de objetivos comunes en el marco de nuestra diversidad.

En la Proclama, reafirmamos el compromiso inquebrantable con los principios de la Carta de las Naciones Unidas y el Derecho Internacional y de resolver las diferencias de forma pacífica, así como la convicción de que el pleno respeto al derecho inalienable de todo Estado a elegir su sistema político, económico, social y cultural, constituye una condición esencial para asegurar la convivencia pacífica entre las naciones. Reclamamos que estos principios sirvan también de base a las relaciones de otros Estados con nuestra región.

La República Bolivariana de Venezuela contará siempre con la solidaridad de Cuba frente a los intentos de desestabilizar y subvertir el ordenamiento constitucional, y destruir la obra iniciada por el compañero Hugo Chávez Frías y continuada por el presidente Nicolás Maduro Moros a favor del pueblo venezolano.

De igual manera, va nuestra firme e irrestricta solidaridad a la República del Ecuador, a su Revolución Ciudadana y a su líder, Rafael Correa Delgado, que se ha convertido en el blanco del mismo guión de desestabilización aplicado contra otros gobiernos progresistas de la región.

Nos solidarizamos con las naciones del Caribe que solicitan justas reparaciones por los horrores de la esclavitud y la trata de esclavos, sobre todo en un mundo en el que la discriminación racial y la represión de las comunidades afrodescendientes han ido en ascenso.

Ratificamos nuestra convicción de que el pueblo de Puerto Rico merece ser libre e independiente, luego de más de una centuria sometido a la dominación colonial.

Nos solidarizamos con la República Argentina en su legítimo reclamo de soberanía sobre las Islas Malvinas, Sandwich del Sur y Georgias del Sur.

Reiteramos nuestro apoyo solidario a la Presidenta Dilma Rousseff y al pueblo de Brasil en la defensa de sus importantes logros sociales y de la estabilidad del país.

Reafirmamos nuestro rechazo a la intención de extender la presencia de la OTAN hasta las fronteras de Rusia y a la imposición de sanciones unilaterales e injustas contra esa nación.

Saludamos el denominado acuerdo nuclear con la República Islámica de Irán, que demuestra que el diálogo y la negociación son la única herramienta efectiva para solventar las diferencias entre los Estados.

Renovamos nuestra confianza en que el pueblo sirio es capaz de resolver por sí mismo sus diferencias y demandamos que cese la injerencia externa.

Una solución justa y duradera al conflicto del Medio Oriente exige, inexorablemente, el ejercicio real del derecho inalienable del pueblo palestino a construir su propio Estado dentro de las fronteras anteriores a 1967 y con su capital en Jerusalén oriental, lo que enérgicamente apoyamos.

Durante las últimas semanas nos han impactado las imágenes de las oleadas migratorias hacia Europa, que constituyen una consecuencia directa de las acciones de desestabilización que la OTAN promovió y ejecuta en países del Medio Oriente y África del Norte, y del subdesarrollo y la pobreza imperante en países del continente africano. La Unión Europea debe asumir, de manera plena e inmediata, sus responsabilidades con la crisis humanitaria que ayudó a generar.

Señor Presidente:

Tras 56 años de heroica y abnegada resistencia del pueblo cubano, quedaron restablecidas las relaciones diplomáticas y las embajadas en las respectivas capitales.

Ahora se inicia un largo y complejo proceso hacia la normalización de las relaciones que se alcanzará cuando se ponga fin al bloqueo económico, comercial y financiero contra Cuba; se devuelva a nuestro país el territorio ocupado ilegalmente por la Base Naval de Guantánamo; cesen las transmisiones radiales y televisivas y los programas de subversión y desestabilización contra Cuba, y se compense a nuestro pueblo por los daños humanos y económicos que aún sufre.

Mientras persista, continuaremos presentando el proyecto de resolución titulado “Necesidad de poner fin al bloqueo económico, comercial y financiero impuesto por los Estados Unidos de América contra Cuba”.

A los 188 gobiernos y pueblos que han apoyado aquí y en diversos foros internacionales y regionales nuestra justa demanda, les reitero el eterno agradecimiento del pueblo y el gobierno cubanos por su sostenido respaldo.

Sr. Presidente:

Cuba celebra, con profundo compromiso, el 70 aniversario de la Organización de las Naciones Unidas. Reconocemos que en estos años se ha intentado, pero no se ha hecho lo suficiente, para proteger a las generaciones presentes y futuras del flagelo de la guerra y su derecho a un desarrollo sostenible, sin exclusión. La ONU ha de ser defendida del unilateralismo y profundamente reformada para democratizarla y acercarla a los pueblos.

Como señalara en esta misma sala hace 15 años el compañero Fidel Castro Ruz, Líder Histórico de la Revolución cubana- y cito: “Cualquiera comprende que el objetivo fundamental de las Naciones Unidas, en el siglo apremiante que comienza, es el de salvar al mundo no solo de la guerra sino también del subdesarrollo, el hambre, las enfermedades, la pobreza y la destrucción de los medios naturales indispensables para la existencia humana, ¡Y debe hacerlo con premura antes de que sea demasiado tarde!”- fin de la cita.

Podrá contar siempre la comunidad internacional con la sincera voz de Cuba frente a la injusticia, la desigualdad, el subdesarrollo, la discriminación y la manipulación; y por el establecimiento de un orden internacional más justo y equitativo, en cuyo centro se ubique, realmente, el ser humano, su dignidad y bienestar.

Muchas gracias.
 
 
solidaridadconcuba  MMSC miércoles, 30 de septiembre de 2015

jueves, 17 de septiembre de 2015

XVI Encuentro Internacional de Estadísticas de Género

Inició en México este miércoles 9 de septiembre el XVI Encuentro Internacional de Estadísticas de Género, en la Sede del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), en la ciudad de Aguascalientes. 
 
Se desarrolló del 9 al 11 de septiembre, con la asistencia de cerca de 200 participantes, entre representantes de oficinas nacionales de estadísticas de América Latina y el Caribe, así como de organismos internacionales y especialistas en la materia.
Con el propósito de revitalizar los esfuerzos para concretar el adelanto de las mujeres y alcanzar la igualdad de género, ambos temas promovidos por la Plataforma de Acción de Beijing y planteados en los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM).
Este encuentro también genera la oportunidad para discutir las opciones de fortalecimiento de las metodologías utilizadas en la producción y uso de la información estadística, así como en la elaboración de indicadores de género. Con ello se buscan mejoras sustanciales para las mujeres y las niñas en temas como pobreza; activos productivos, financieros, y tecnológicos; trabajo de cuidados no remunerado; estadísticas de violencia contra el género femenino, así como la participación de las mujeres en la toma de decisiones, entre otros.
Félix Vélez Fernández, vicepresidente de la Junta de Gobierno del INEGI, resaltó que en cuanto a desarrollo de información estadística y geográfica, “el INEGI ha tenido un liderazgo importante en materia de perspectiva de género, pues ha contado con socios estratégicos como ONU Mujeres, la Cepal e Inmujeres, instituciones fundamentales para el desarrollo de proyectos, indicadores e información”. Hizo hincapié en que “México fue el cuarto país en medir la Productividad Total de los Factores, desagregando los datos por sexo”, además de que cuenta con más productos con perspectiva de género como la Encuesta Nacional de la Dinámica Demográfica (Enadid), la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (Enoe), la Encuesta Nacional de Uso del Tiempo (Enut), entre otras.
Lorena Cruz, presidente del Instituto Nacional de las Mujeres (Inmujeres), aseveró que “esta ocasión es particularmente importante, ya que están por adoptarse los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) y en 2016 se acordarán los indicadores y sistemas de monitoreo que permitirán darle seguimiento a los avances”. 
La presidente del Inmujeres subrayó además que “el encuentro es una oportunidad de dialogar y asumir compromisos para cumplir con una importante misión: alcanzar la igualdad entre los géneros, empoderar a todas las mujeres y las niñas y erradicar la violencia”. Señaló que la utilización de información cuantitativa con perspectiva de género es fundamental para formular planes nacionales y monitorearlos adecuadamente, así como para rendir y exigir cuentas del uso y destino de los recursos públicos.
También en el acto inaugural, Luiza Carvalho, directora regional de ONU Mujeres para América Latina y el Caribe afirmó que: “El año 2015 constituye una oportunidad histórica y sin precedentes para unir a los países y las personas de todo el mundo para decidir y emprender nuevas vías hacia el futuro. ONU Mujeres insta a trabajar de forma acelerada y solidaria para apoyar las metas transformadoras para materializar la visión conjunta de un planeta sin discriminación y con igualdad para las mujeres, los hombres, las niñas y los niños de aquí a 2030”.
La directora regional de ONU Mujeres para América Latina y el Caribe dijo que “hoy ya tenemos evidencia en la Región de América Latina y el Caribe de cómo incorporar la perspectiva de género en la producción y análisis de la información estadística. Lo que es más importante, las estadísticas están siendo base de políticas públicas y presupuestos orientadas al logro de la igualdad de género en los hechos: la igualdad de resultados. Estamos siendo la región más innovadora en producción de estadísticas sobre uso del tiempo, incluyendo su valor económico e inicio de políticas de cuidados, en incorporar la medición multidimensional de la pobreza -incluida la pobreza de tiempo- y en mejorar nuestros registros sobre violencia contra las mujeres”.
En tanto, a través de un mensaje videograbado, María Nieves Rico, directora de la División de Asuntos de Género (DAG) de la Cepal destacó que “es éste el único espacio de vanguardia que nos sitúa en el diálogo técnico político que ha ayudado a avanzar y a identificar nuevos desafíos y nuevas metas, y destacó que, de acuerdo con la Cepal, la extensión de las leyes de violencia contra las mujeres, el mejoramiento de las estadísticas que tienen que ver con la inserción en el mercado laboral de las mujeres y avances en otras temáticas que se han ido incorporando y que tienen que ver con la autonomía económica, la autonomía física, con los procesos de adopción de decisiones, son los tres pilares que sostienen y que van a ser posible avanzar hacia una igualdad de género y sobre todo hacia países con mayor igualdad, con mayor desarrollo”.
Blanca Rivera Río, presidente del DIF Aguascalientes, agregó que “no se puede cambiar lo que no se conoce; y para cambiar las realidades que denigran la dignidad humana de las mujeres y de todos los integrantes de la sociedad, es preciso hacer visibles todas aquellas situaciones que son limitantes en el desarrollo de las naciones latinoamericanas”.
En el año 2000, México dio un paso importante para concretar estos trabajos y desde entonces, el INEGI en Aguascalientes se ha convertido en un espacio de reflexión, análisis y debate entre usuarios y productores de información sensible al género.
El XVI Encuentro Internacional de Estadísticas de Género: desafíos estadísticos hacia la implementación de la Agenda Post 2015 se desarrollará los días 9 al 11 de septiembre de 2015 y tiene contemplada la asistencia de cerca de 200 participantes, entre representantes de oficinas nacionales de estadísticas de América Latina y el Caribe, así como de organismos internacionales y especialistas en la materia. Con las propuestas que surjan de este foro se buscará la implementación de políticas públicas orientadas a erradicar la desigualdad de género y la discriminación contra mujeres y niñas.

Con información del INEGI

jueves, 10 de septiembre de 2015

“¿Señora o Señorita?”: Cómo el lenguaje sexista perpetúa las desigualdades de género. Por Víctor Guillou Vásquez


Las alemanas se cansaron de la distinción que marca su estado civil. Hace algunos años comenzaron un cambio social para ser reconocidas como mujeres a las que no les falta nada ni nadie para considerarse plenas. El lenguaje es sexista, pero ¿cómo lo cambiamos?

“El lenguaje construye realidades”. Esa simple frase puede resumir la importancia de considerar adecuadamente las palabras que cada uno usa en la vida cotidiana. Sobre todo, si uno no está dispuesto a perpetuar las inequidades de género con las cuales convivimos, y donde las mujeres son las principales afectadas.
“¿Señora o señorita?”. Esa simple pregunta, que puede tener la cordial intensión de querer conocer el estado civil de una mujer, gatilló un profundo cuestionamiento en otras latitudes respecto de lo sexista que puede ser el lenguaje.
Fue en Alemania, hace ya algunos años, cuando las mujeres feministas comenzaron a exigir que no hubiese tal distinción. ¿La razón? La mujeres no necesitan de nada ni nadie para ser plenamente mujeres, menos de un hombre (o un marido).
“Qué exageradas”, podrán pensar algunos. Pero basta con detenerse a pensar sólo dos segundos para darse cuenta que a ningún hombre se le pregunta si es “señor o señorito”. 
El cambio paulatinamente ha ido permeando sobre todo a las generaciones más jóvenes, pero aún no termina de extenderse hacia todos los alemanes, y menos hacia otros países y sus respectivas lenguas.
Así lo explica Claudia Vera, licenciada en Alemán, que destaca el dinamismo del idioma. “Yo viví hace 24 años allá y he notado lo dinámico que es  el lenguaje. Cuando voy, llego con el bagaje de cuando vivía allá, y al llegar te encuentras con modificaciones y formas que no se usan, que denotan otras épocas”, afirma.
“Antes se hacía la distinción entre frau y fräulien -señora y señorita respectivamente- y me explicaban que el cambio se hizo a raíz de movimientos feministas principalmente”, comenta respecto del cambio, y explica que fräulien es sinónimo de mujercita. O sea, un diminutivo más potente aún simbólicamente.
“El ser casada o  no tuvo una relevancia que en la sociedad actual ya no vale”, asegura Vera, y explica que “Alemania es un país que está bastante atento al tema de hacer efectivo el estado de derecho, de cumplir con los derechos de las personas. Y cuando emergen estas demandas y reivindicaciones sociales, son temas que se discuten, los medios los abordan y se instalan en debate público. Así la gente reflexiona más críticamente y allá los medios aportan mucho en eso. De repente acá nos quedamos cortos en eso”.
Vera, que por su trabajo sigue muy ligada al país germano, cuenta que notó el cambio gracias al continuo paso voluntarios alemanes que viajan a Chile para trabajar en la Fundación Anide. “Esto es más notorio en las nuevas generaciones. Los jóvenes de ahora ya no hacen esa distinción”, indica.

Más allá de las formalidades
La distinción entre señora o señorita puede ser anecdótica, pero refleja una concepción social de género que normalmente no se discute. Tanto en Chile como en cualquier país de habla hispana, la dificultad puede recaer en que no existe un término “neutro” en cuanto al género.
En cambio, los países de habla inglesa lo tienen solucionado hace un buen tiempo. Si bien existen las palabras Misses (Mrs.) y Miss para hacer la diferencia entre una mujer casada y una soltera, en Estados Unidos durante los años 70 se empezó a usar Ms. No es considerada como una abreviación, sino más bien un término neutral, ya que se decidió que precisamente el estado civil de las mujeres no era relevante para una interlocución, tal y como sucede con los hombres.
Sin embargo, en el español, existen otros usos del lenguaje que denotan otras prácticas fuertemente relacionadas al machismo.
Para Francisco Aguayo, investigador en Masculinidades y Paternidades, el referirse a una pareja femenina como “mi señora”, corresponde a un uso más coloquial, marcando un sentido más de propiedad que del tecnicismo respecto del estado civil. Sin embargo, apunta que mayoritariamente las mujeres hablan de “su marido” cuando están casadas, pero pocas usan “mi hombre”.
El director de EME apunta que los usos cotidianos del lenguaje coloquial dan cuenta de concepciones machistas más enraizadas en la sociedad, sobre todo cuando se refiere el comportamiento sexual de las personas. “Un hombre que conquista varias mujeres, aunque tenga una pareja estable y sea infiel, sube en la valoración de sus pares. Se puede valorar que él tenga esa conducta. En cambio, en el caso de las mujeres es extraordinariamente castigada una conducta sexual ejercida libremente, tal como lo pueden hacer los hombres, y ahí es donde vienen categorías como perra, maraca, suelta, etc. Hay un trato en el lenguaje extremadamente diferenciado respecto de las mismas conductas entre hombres y mujeres y que es absolutamente discriminatorio y sexista”, afirma el también psicólogo clínico.
Para Aguayo, el simple uso de “el hombre” para referirse al ser humano denota una categorización marcadamente machista, y recuerda también los usos de títulos profesionales como abogado o médico, en los cuales su uso en femenino no es aceptado institucional y profesionalmente. “Creo que se minimiza el efecto del lenguaje. Claro, la tradición en el uso del lenguaje tiene su peso, pero se usa ese argumento para mantener el lenguaje sexista”, indica el investigador.
El psicólogo recuerda además las recomendaciones realizadas por la Real Academia de la Lengua respecto del uso del “las/los” para economizar el lenguaje. “El tema es que no tenemos alternativas en el español para referirnos a ambos géneros. Y como no hay, están estos usos de equis, de arrobas y el las/los. Pero la RAE mantiene el masculino como el genérico para los dos géneros y eso no parece adecuado. Imagino irá a cambiar con el tiempo, porque hay críticas. Lo complicado es que lo sacan en documento oficial y después la gente dice que lo hace porque la RAE así lo estipula, pero me parece que la RAE está actuando de un modo muy sexista”, asegura Aguayo.

El investigador en género apunta a que incluso en las preguntas que se le hacen a las mujeres que llegan a ser autoridades de gobierno se muestra el machismo en la sociedad., y recuerda una entrevista realizada a la actual presidenta Michelle Bachelet cuando fue electa por primera vez. “Un periodista le preguntó cómo iba a conciliar el trabajo con la maternidad, y ella muy inteligentemente elige no responder la pregunta porque esa pregunta a un presidente hombre no se la hacen, y me pareció genial”, relata el psicólogo.
El lenguaje es muy normativo y presiona fuertemente hacia la heteronormatividad, hacia ser heterosexual y la idea de una familia tradicional. No se tolera que haya familias o parejas que no sean heterosexuales, o personas que decidan vivir solas o no tener hijos. Toda esa diversidad de posibilidades es sancionada en el lenguaje”, concluye Aguayo.
El complejo proceso de adaptación del lenguaje español a los cambios de sus sociedades ha dado pie para una discusión que de nueva tiene poco, pero de controversial bastante. Basta con mirar cómo algunos defensores de la RAE tildan de “moda” los intentos por acomodar el lenguaje oral y escrito a los nuevos tiempos, y hacerlo menos sexista. Claramente aún falta mucho por avanzar.

Fuente: http://eldesconcierto.cl/senora-o-senorita-como-el-lenguaje-sexista-perpetua-las-desigualdades-de-genero/