viernes, 14 de diciembre de 2012

¿Porqué es importante utilizar lenguaje no sexista?


Lo que no se nombra no existe. Esto, trasladado al género, implica que el hecho de que las mujeres no tengan una representación simbólica en la lengua contribuye a su invisibilización. De ahí la necesidad, a fin de lograr el objetivo de la igualdad entre sexos, de hacer un uso del lenguaje que represente a las mujeres y a los hombres y que nombre sus experiencias de forma equilibrada.
Un lenguaje no sexista es aquel que no oculta, no subordina, no infravalora, no excluye. En 1973, recién iniciada la segunda ola del feminismo, el artículo “Language and Woman’s Place” [“El lenguaje y el lugar de la mujer”] de la lingüista norteamericana Robin Lakoff aparecido en la revista Signs [1], planteó por primera vez una reflexión académica en torno a la relación de hombres y mujeres con el lenguaje y sus usos.
En ese momento, se abrieron dos líneas de investigación que, con sus variaciones y particularidades, podemos definir como el “enfoque de la diferencia” y el “enfoque de la dominación” (Eckert y McConnell-Ginet, 2003:1):
• El enfoque de la diferencia estudia los diferentes usos del lenguaje por parte de las mujeres y los hombres.
• El enfoque de la dominación entiende el lenguaje como un medio más para la opresión de las mujeres.
Los estudios del sexismo en el lenguaje se enmarcaron en estos dos paradigmas hasta que la obra de Judith Butler, Gender Trouble, publicada en 1990, da paso a una nueva metodología de interpretación de la categoría “género”. De esta manera, el uso del lenguaje pasa a considerarse como un elemento más de los que intervienen en la construcción del género, entendido este como género performativo, es decir, basado en la adecuada “puesta en escena” de sus comportamientos socialmente asignados [2].
Así, una vez planteadas las primeras reflexiones sobre la discriminación en el lenguaje, comenzaron a surgir todo tipo de estudios y propuestas tendentes a su eliminación y/o corrección que, en los primeros años, se desarrollaron sobre todo en el mundo anglosajón, para ir después ampliándose a otros países y otras lenguas [3].
En España, las actuaciones encaminadas a la eliminación o corrección de los usos sexistas de la lengua estuvieron marcadas por los acontecimientos históricos por los que atravesó el país desde mediados de la década de 1970.
Dichos acontecimientos afectaron también a todo el desarrollo de los estudios de género y a la implantación de las primeras medidas y políticas de igualdad, que no verían la luz hasta mediados de la década de 1980 con el primer gobierno progresista desde la instauración de la democracia5.
La creación en 1983 del Instituto de la Mujer será fundamental para impulsar las actuaciones tendentes a la eliminación de los usos sexistas de la lengua. El primer Plan de Igualdad de Oportunidades (1988 – 1990) ya recogía la necesidad de revisar los textos reglamentarios para evitar usos y expresiones que reforzaran actitudes de desigualdad hacia las mujeres y, en 1989, se publicaron el primer folleto y la primera guía para la eliminación de los usos sexistas del lenguaje. Estos documentos tenían una clara intención divulgativa y sensibilizadora en cuanto a la necesidad de modificar las representaciones estereotipadas de hombres y mujeres. Los esfuerzos realizados culminarán con la creación, en 1994, de un grupo de trabajo dedicado específicamente a este tema, NOMBRA (no omitas a las mujeres, busca representaciones adecuadas), a cuyas integrantes se debe buena parte de la producción académica española sobre esta disciplina. Siguiendo esta línea, en 1995 el Ministerio de Educación y Ciencia publica una Orden por la que se adecua la denominación de los títulos académicos oficiales a la condición masculina o femenina de quienes los obtengan (BOE 28/3/95).
Las actuaciones iniciadas por el organismo de igualdad estatal sitúan a España en un lugar prevalente en el panorama internacional en cuanto a las Reformas No Sexistas de la Lengua. Sus equivalentes a nivel local y autonómico siguieron el ejemplo del organismo del Estado y, en la actualidad, se cuenta con gran número de publicaciones encaminadas a conseguir un lenguaje más inclusivo con las mujeres y que respete de manera clara los principios democráticos.
Una buena muestra de lo dicho se puede encontrar en la Actuación 1 del proyecto Web con Género,“Recopilatorio de recursos web sobre lenguaje no sexista”.
En nuestro país, la elaboración de estudios y guías que ayuden a la modificación de los usos del lenguaje ha estado fundamentalmente centrada en el ámbito administrativo. En esta misma línea de actuación, que pretende intervenir sobre el lenguaje con el objetivo de eliminar aquellos usos que dificulten un tratamiento igualitario entre mujeres y hombres, se sitúa el proyecto Web con Género, con la novedad de que su ámbito de aplicación son las Tecnologías de la Información y la Comunicación, centrando la intervención específicamente en el lenguaje utilizado en las páginas web.
En este sentido, cabe señalar que no todas las teorías sobre el lenguaje sexista están de acuerdo en torno a la necesidad de desarrollar acciones modificadoras del mismo. Así, a la cuestión tradicional de si el lenguaje reproduce o produce una determinada imagen del mundo, el feminismo añadió otra disyuntiva plasmada en el debate sobre la necesidad de intervenir sobre él para modificar la desigualdad social o, por el contrario, confiar en que una fuerte acción social igualitaria acabaría consiguiendo que el lenguaje se modifique por la propia inercia del cambio.
Esta dicotomía es apuntada por la lingüista Anne Pauwels de la siguiente manera:
Quienes apoyan la postura de que “el lenguaje refleja la realidad” se inclinan menos a promover una acción lingüística ya que dudan de que un cambio en el lenguaje lleve consigo el deseado cambio social. Argumentan que las prácticas sexistas en el lenguaje son el resultado de actitudes sexistas de quienes lo usan que además viven en comunidades que no promueven un tratamiento igualitario entre mujeres y hombres. (…) Por otro lado la postura de que “el lenguaje refleja la realidad social” no excluye del todo la pertinencia o incluso la necesidad de implementar una acción lingüística. De hecho, un grupo importante de quienes proponen guías oficiales para un uso no sexista de la lengua suscriben este punto de vista y, no obstante, argumentan a favor del cambio porque el cambio en la lengua va por detrás de los cambios en las prácticas sociales y culturales (1998: 84 – 85) [4]

Notas

[1] El artículo se convirtió en un libro del mismo nombre publicado en 1975 por la editorial Harper and Row. Su traducción al español es de 1981.
[2] Ver Cameron y Kulick (2003)
[3] 4 Para un recorrido por los principales trabajos sobre eliminación del sexismo en la lengua ver Pauwels (1998). 5 Para más información sobre el acceso a las primeras medidas de igualdad en España ver Viñuela (2003).
[4] The supporters of the ‘language reflects reality’ view are less strongly inclined to call for linguistic action since they doubt that language change would be able to bring about desired social change. They argue that sexist practices in language mainly result from prevailing sexist attitudes of their users who are living in communities which do not promote the equal treatment of women and men. (…) [Whereas] the ‘language reflects social reality’ view does not completely exclude the desirability of, or even necessity for, linguistic action. In fact, a substantial group of proponents of oficial guidelines for non-sexist language use subscribe to this view and nevertheless argue in favour of change because language change lags behind changes in social and cultural practices (1998: 84 – 85).


lunes, 10 de diciembre de 2012

Declaración Universal de los Derechos Humanos

El 10 de diciembre de 1948 se promulgó la declaración Universal de los Derechos Humanos. Gracias al impulso definitivo y decidido de Eleanor Rooslvelt. La primera declaración mundial sobre la dignidad y la igualdad inherentes a tod@s las mujeres y hombres del mundo.
Foto: Eleanor Roosevelt, Presidente de la Comisión de Derechos Humanos,
 para la redacción de la Declaración Universal de Derechos Humanos. 
A lo largo de la historia, los conflictos, ya sean guerras o levantamientos populares,  han producido a menudo como reacción a un tratamiento inhumano y a la injusticia declaraciones como; La Declaración de derechos inglesa de 1689, redactada después de las guerras civiles que estallaron en este país, surgió de la aspiración del pueblo a la democracia.

Exactamente un siglo después, la Revolución Francesa dio lugar, a la

Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano y su proclamación de igualdad.
 Sin embargo, muy a menudo, se considera que el Cilindro de Ciro, redactado en el año 539 a.C. por Ciro El Grande del Imperio Aqueménida de Persia (antiguo Irán) tras la conquista de Babilonia, fue el primer documento sobre derechos humanos. En cuanto al Pacto de los Virtuosos (Hilf-al-fudul) acordado por tribus árabes en torno al año 590 d.C., es considerado una de las primeras alianzas de derechos humanos.

Y después de la Segunda Guerra Mundial con la creación de las Naciones Unidas, la comunidad internacional se comprometió a no permitir nunca más atrocidades como las sucedidas en ese conflicto. Los líderes del mundo decidieron complementar la Carta de las Naciones Unidas con una hoja de ruta para garantizar los derechos de todas las personas en cualquier lugar y en todo momento.

El documento que más tarde pasaría a ser la Declaración Universal de Derechos Humanos (DUDH), se examinó en el primer período de sesiones de la Asamblea General, en 1946. La Asamblea revisó ese proyecto de declaración sobre los derechos humanos y las libertades fundamentales y lo transmitió al Consejo Económico y Social para que lo "sometiera al análisis de la Comisión de Derechos Humanos y que ésta pudiera preparar una carta internacional de derechos humanos".
La Comisión, en su primer período de sesiones, celebrado a principios de 1947, autorizó a sus miembros a formular lo que denominó "un anteproyecto de Carta Internacional de Derechos Humanos".

La Comisión de Derechos Humanos estaba integrada por 18 miembros de diversas formaciones políticas, culturales y religiosas. Eleanor Roosevelt, la viuda del Presidente estadounidense Franklin D. Roosevelt, presidió el Comité de Redacción de la Declaración Universal de Derechos Humanos. Junto a ella se encontraban René Bassin, de Francia, quien redactó el primer proyecto de la Declaración, el Relator de la Comisión, Charles Malik, del Líbano, el Vicepresidente, Peng Chung Chang, de China, y el Director de la División de Derechos Humanos de Naciones Unidas, John Humphrey, de Canadá, quien preparó la copia de la Declaración. 
La Comisión se reunió por primera vez en 1947. En sus memorias, Eleanor Roosevelt recuerda:
"El Dr. Chang era un pluralista y mantenía de una manera encantadora que existía más de un tipo de realidad concluyente. La Declaración, decía, debería reflejar ideas que no se identificaran únicamente con el pensamiento occidental y el Dr. Humphrey tendría que saber aplicar un criterio ecléctico. Su comentario, aunque dirigido al Dr. Humprhey, en realidad estaba dirigido al Dr. Malik, quien no tardó en replicar explicando detenidamente la filosofía de Tomás de Aquino.El Dr. Humphrey se sumó con entusiasmo al debate, y recuerdo que en un momento dado el Dr. Chang sugirió que tal vez convendría que la Secretaría dedicara algunos meses a estudiar ¡los fundamentos del confucionismo!”

La versión definitiva redactada por René Cassin fue entregada a la Comisión de Derechos Humanos, que estaba sesionando en Ginebra. El proyecto de declaración enviado a todos los Estados Miembros de las Naciones Unidas para que formularan observaciones se conoció bajo el nombre de borrador de Ginebra.
El primer proyecto de la Declaración se propuso en septiembre de 1948 y más de 50 Estados Miembros participaron en la redacción final. En su resolución 217 A (III) del 10 de diciembre de 1948, la Asamblea General, reunida en París, aprobó la Declaración Universal de Derechos Humanos. Ocho naciones se abstuvieron de votar, pero ninguna votó en contra. Hernán Santa Cruz, de Chile, miembro de la Subcomisión de redacción, escribió:
“Percibí con claridad que estaba participando en un evento histórico verdaderamente significativo, donde se había alcanzado un consenso con respecto al valor supremo de la persona humana, un valor que no se originó en la decisión de un poder temporal, sino en el hecho mismo de existir – lo que dio origen al derecho inalienable de vivir sin privaciones ni opresión, y a desarrollar completamente la propia personalidad. En el Gran Salón... había una atmósfera de solidaridad y hermandad genuinas entre hombres y mujeres de todas las latitudes, la cual no he vuelto a ver en ningún escenario internacional”.

jueves, 6 de diciembre de 2012

LA OTRA HERENCIA: LOS DESAPARECIDOS investigación especial

Foto; cuartoscuro
Por: Adriana del Moral Espinosa - diciembre 4 de 2012


En México, durante el Calderonismo, la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) tiene el registro de 24 mil 91 personas reportadas como extraviadas o no localizadas. Esta cifra es 17 veces mayor a la de los desaparecidos políticos en México entre 1962 y 1987, que según el “Informe de misión a México. Grupo de Trabajo de la ONU sobre las desapariciones forzadas”, fueron mil 350. LOS NÚMEROS TIENEN ROSTROS Cada una de esas ausencias tiene nombre, rostro y una familia que vive destrozada por la incertidumbre. Yahaira Guadalupe Bahena López es una de las desaparecidas.  La joven de 19 años fue sacada de su domicilio por un comando de hombres armados en Tlacolula de Matamoros, Oaxaca, el 13 de abril de 2011, y desde entonces no se sabe de ella.  Hacía casi dos años que estaba casada con un militar de fuerzas especiales y su madre Margarita López Pérez ha peregrinado por distintas instituciones para saber de su paradero. Margarita incluso realizó una huelga de hambre de siete días frente a la Secretaría de Gobernación (SEGOB) para exigir a las autoridades respuesta sobre el caso de su hija y otros desaparecidos.

foto; cuartoscuro
El 20 de septiembre de 2011 le dijeron que había aparecido el cuerpo de su hija, pero ella ha realizado de manera particular estudios de ADN que han resultado negativos, por lo que solicitó la intervención del equipo de antropólogas argentinas que trabajan para la Corte Interamericana. Una de sus peticiones actuales es que se le entreguen los resultados de los estudios que el FBI realizó al cadáver hace seis meses. “Quiero saber si el cuerpo que está ahí es de mi niña o no, para poder darle sepultura, o de lo contrario que se pongan a buscarla”, explica entre lágrimas.


De acuerdo con la Procuraduría de Justicia del Estado de México (PGJEM), de enero del 2010 a febrero del 2012 se reportaron en total dos mil 509 personas ausentes, de las cuales 568 son mujeres menores de edad. Por su parte, el Observatorio Ciudadano Nacional del Feminicidio (OCNF) registró tan sólo en 2011 más de 600 desapariciones de mujeres de entre 10 y 20 años en la entidad.

Tomado de SINEMBARGO.MX en la siguiente dirección: http://www.sinembargo.mx/04-12-2012/449258. da clik para leer nota completa.