Enhorabuena ¡hemos sobrevivido! Incluso a algunos les ha tocado la lotería, lo que significa que empiezan bien la nueva era que se nos abre.
Se habla en general de que comenzamos el baktún 14, simplemente porque ha terminado el 13, pero no es así. Los mayas tenían un sentido cíclico del tiempo, igual que los griegos y otros muchos pueblos, de aquí la importancia de este solsticio de invierno de 2012, ya que terminaba el baktún 13, que es cuando la cuenta vuelve a cero.
Para entendernos: Un katún es un período de 20 años y 20 katunes es lo que constituye un baktún, es decir 144.000 días, aproximadamente unos 400 años. El baktún 13 ha sido muy aciago para los mayas y otros pueblos indígenas, ya que estos últimos 400 años han vivido colonizados, aunque esto no quiere decir que sus antiguas sociedades fueran idílicas: las había para todos los gustos.
La interpretación de que entramos en una Nueva Era viene de este modo de contar y de este límite de 13 baktunes, después de los cuales es como si se reiniciara de nuevo la Historia. Pero ¿cuántos años son 13 baktunes? Pues 5.200 años. ¿No les suena de nada? Según Marija Gimbutas, la famosa arqueóloga de la Universidad de California –en la que se basó Riane Eisler para escribir El cáliz y la espada- en esas fechas comenzaron las famosas invasiones de pueblos patriarcales, que ella llama kurgos, que venían desde el norte del Mar Negro. Eran arios, eran pastores, eran guerreros, traían armas y carros de hierro, también caballos, arrasaron la vieja Europa, Asia Menor y el valle del Indo y crearon una civilización: el Patriarcado. O sea, que con este baktún 13 termina una Era que bien podría ser la patriarcal, que precisamente ahora –en su versión capitalista salvaje- retoma furia y amenaza con destruirlo todo, incluido el propio sistema que lo originó.
Todos los síntomas apuntan a ello. Y no por predicciones apocalípticas, sino por lógica, por la más estricta lógica. La ciencia ha estudiado durante el último siglo lo que significan los sistemas complejos, que son aquellos en los que la totalidad es mucho más que la suma de las partes, ya que esa totalidad crea propiedades emergentes que no están en las partes por separado, además de que existen conexiones ocultas muy alejadas de la mera observación o de las evidencias. Pues bien, la Humanidad y nuestras diversas sociedades constituyen sistemas complejos, en los cuales cualquier crecimiento lineal está destinado al fracaso. El capitalismo está creciendo en un sentido lineal de acumulación del capital en unas pocas manos, además de hacerlo de modo exponencial, con lo que amenaza su propia existencia y acelera su destrucción. Lo veremos caer, aunque lo peor es que se nos caerá encima.
La Iglesia Católica también avanza de modo lineal, ya que su cuenta versa sobre ‘la historia de la salvación’, es decir, desde la encarnación de Dios hasta el fin de los tiempos. Pues no, no se puede ir en contra de la Naturaleza. Y la Naturaleza nos dice, por boca de los mayas, que cada 5.200 años los cielos vuelven a dibujar una similar disposición y que la historia se renueva y recomienza, porque “como es arriba, así es abajo”. También la Iglesia debe de estar a punto de finiquitar.
Lo del tiempo cíclico es muy fácil de entender. Las estaciones son un claro ejemplo de él. También cuando llegamos al domingo no seguimos contando linealmente, sino que ponemos la cuenta a cero y volvemos al lunes; igual cuando termina un mes comienza otro y cuando termina un año, otro. Lo que pasa es que también medimos mal, ya que según los mayas, los meses tendrían que ser de 28 días, el año tendría 13 meses y así se armonizaría el calendario solar con el lunar. Sobraría un día, que sería el ‘día sin tiempo’, que equivaldría a vivir la eternidad, el más puro presente.
En fin, que espero que el inicio de esta Nueva Era abra los corazones y las mentes a la abundancia para todas, para todos, para todes. Y que la Madre Naturaleza nos renueve junto a Ella.