PACTO POR LA VIDA, LA LIBERTAD Y LOS DERECHOS DE LAS MUJERES
:
Este 2010, las mujeres de toda América Latina y el Caribe, cumplimos 20 años de
conmemorar el 28 de Septiembre como el “Dia por la Despenalización del Aborto”.
Fue en 1990 durante el V Encuentro Feminista Latinoamericano y del Caribe,
donde decidimos instaurar esta fecha como emblemática, para darle un seguimiento
permanente al problema del aborto en nuestra región. Esta fecha se eligió en
conmemoración de la abolición de la esclavitud en Brasil. Y la recordamos como el día
del "vientre libre" para exigir aborto legal y seguro para todas las mujeres.
En el marco de este 28 de Septiembre de 2010, queremos hacer visible que la situación
del aborto y de los derechos reproductivos en nuestro país es grave y amenaza la vida de
muchas mujeres, sobre todo la vida de las mas pobres.
* Se estima que los abortos inducidos han aumentado en las últimas décadas en una
tercera parte: de poco más de 500,000 abortos en 1990 a 870,000 abortos en 2006.
* La tasa de aborto inducido subió de 25 a 33 por cada 1,000 mujeres en edad
reproductiva, para ubicarse entre las más altas del mundo.
* Sólo una de cada seis mujeres que se realiza un aborto busca u obtiene atención
hospitalaria. Del 2000 a la fecha, en promedio en México, 500 mujeres son
hospitalizadas diariamente tan sólo
en los servicios públicos de salud por
complicaciones derivadas de un aborto. [1]
El acceso al aborto y las condiciones en que se da implican un grave problema
de salud pública y de justicia social. Las mujeres con recursos pueden acceder –
aun clandestinamente- a un aborto seguro sin poner en peligro su vida, su salud
y su libertad. En cambio las mujeres pobres se practican abortos también en la
clandestinidad pero de manera insegura y con ello arriesgan su vida y, en muchos
estados del país, su libertad.
En el Distrito Federal, hace poco más de tres años y después de un largo proceso[2]
se despenalizó el aborto voluntario hasta las doce semanas de gestación y la
constitucionalidad de la ley fue ratificada por la Suprema Corte de Justicia de la
Nación. Ante este avance, la embestida conservadora no se hizo esperar: gobernadores
y legisladores del Partido Revolucionario Institucional (PRI) y del Partido Acción
Nacional (PAN) subordinados a la Jerarquía Católica promovieron contrarreformas en
las constituciones de 16 estados del país para perseguir y penalizar a las mujeres que
deciden interrumpir un embarazo no deseado.
Estas contrarreformas:
-Imponen a las mujeres la maternidad como destino único e irrenunciable, sin
reconocerles autonomía de decisión sobre sus vidas y sus cuerpos,
-Institucionalizan la violencia contra los derechos reproductivos de las mujeres,
-Profundizan la injusticia para las mujeres
-Ponen en riesgo el uso de métodos anticonceptivos (particularmente, el uso del DIU) y
la anticoncepción de emergencia
-Frenan el avance científico en la investigación con embriones y células madre,
-Imponen una moral religiosa conservadora con lo que se vulnera el carácter laico del
Estado mexicano y,
-Profundizan el déficit democrático por razón de género.
Quienes se oponen al derecho a decidir de las mujeres sobre un aborto y quienes
promueven estas reformas se niegan a reconocer que detrás de un aborto inducido hay
embarazos que fueron forzados, falta de acceso a la anticoncepción o falla de algún
método, violencia sexual, falta de acceso a la salud y la educación, así como pobreza,
soledad, marginación e incompatibilidad con el proyecto de vida de una mujer.
Hoy, 28 de septiembre del 2010, Día por la Despenalización del Aborto en América
Latina y el Caribe, nos hacemos parte de las movilizaciones internacionales que se
realizan en muchos países. Hoy, en este lugar, el Hemiciclo a Juárez, que sintetiza
las batallas por nuestras libertades fundamentales; nuestra aspiración a un régimen
democrático y a un estado laico, mujeres y hombres libres del Pacto por la Vida, la
Libertad y los Derechos de las Mujeres exigimos al Estado Mexicano que:
Ponga de inmediato en libertad a las mujeres presas por abortar
Detenga y erradique el uso de procesos judiciales contra las mujeres que han decidido
interrumpir voluntariamente un embarazo
Despenalice el aborto en todo el país
Garantice el acceso al aborto legal para todas las mujeres
Asegure educación sexual, información amplia y científica y acceso a anticonceptivos
para toda la población, especialmente, para la población joven del país
Respete el carácter laico del Estado Mexicano
Garantice el acceso a la justicia
Garantice las condiciones para una maternidad libre y voluntaria
POR LA INDEPENDENCIA Y AUTONOMÍA DE NUESTROS CUERPOS
¡ABORTO LEGAL Y SEGURO!
LAS MUJERES DECIDEN, LA SOCIEDAD RESPETA, EL ESTADO GARANTIZA
Y
LAS IGLESIAS NO INTERVIENEN!!
EDUCACION SEXUAL PARA DECIDIR, ANTICONCEPTIVOS PARA NO ABORTAR,
ABORTO LIBRE PARA NO MORIR!!
PACTO POR LA VIDA, LA LIBERTAD Y LOS DERECHOS DE LAS
MUJERES
[1]Según un estudio reciente que realizó el Colegio de México en colaboración con organismos
académicos internacionales como el Population Council y el Instituto Guttmacher. Y datos de IPAS-
México.
[2] Véase Grupo de Información en Reproducción Elegida, El proceso de despenalización en la ciudad de
México y Constitucionalidad de la ley sobre aborto en la ciudad de México.
Compañer@s: Una amiga me envió este reportaje porque están pidiendo ayuda y apoyo. Cuando lo lean verán las razones por las que es importante solidarizarnos.
Este es un caso que se dio en el Estado de Hidalgo hace ya un año, salio publicado en Milenio Hidalgo y hasta ahora se le ha dado amplia difusión ya que fue premio Nacional de Periodismo de la Oficina del Alto Comisionado.
Fue retomado por la periodista y doctora Tania Meza Escorza de la Agencia Alternativa Desde Abajo la cual escribio y dio seguimiento al mismo para que se le hiciera justicia (en la medida de lo posible) a través de la Procuraduría Estatal y sabiendo su poder de incidencia por el medio en el que escribe su columna semana tras semana.
México, 23 ago. 10. Desde Abajo/AmecoPress.
Una niña indígena, analfabeta y pobre, está sufriendo una segunda violación tumultuaria. La primera vez fue en abril de este año, cuando cuatro sujetos abusaron sexualmente de ella durante toda una noche. La segunda violación masiva es la que ha venido padeciendo por parte de personal de la Procuraduría General de Justicia del Estado de Hidalgo (PGJH) en su intento por castigar a los culpables.
Un ejemplo de esto último ocurrió el pasado 7 de septiembre, cuando la psicóloga de la Subprocuraduría de Atención a la Familia y a la Víctima (SAFV) de la PGJH, intentó convencerla de que el acto de violencia sexual no había ocurrido.
Pero ni todos los insultos y cuestionamientos que la psicóloga gritaba tan cerca de su cara, le hicieron dudar sobre lo ocurrido la peor noche que ha vivido en sus catorce años de existencia.
El 28 de abril de 2009, en Cuautepec, Hidalgo, la niña indígena salió de trabajar de la casa en donde laboraba como empleada doméstica. Se dirigió hacia su hogar y al pasar por el mercado municipal, se encontró con su primo, quien bebía junto con otros tres jóvenes adentro de una zapatería.
Él la invitó a pasar. Ella rehusó, pero él la introdujo de un jalón en el negocio que para esas horas ya no daba servicio al público. La puerta de la cortina del comerció se cerró y esa noche sólo volvió a abrirse dos veces más. La primera de ellas para que, vigilada por sus violadores, la niña saliera tambaleándose a orinar, y fuera regresada por la fuerza al interior del negocio. La segunda ocasión, para que dos de los cuatro hombres la llevaran en vilo a lo que ella creía que nuevamente era necesidad de orinar, pero que resultó ser la sensación de quien tiene la vagina y el ano brutalmente desgarrados.
La puerta de la cortina no volvió a abrirse hasta las seis de la mañana del día siguiente, cuando los violadores por fin decidieron que era suficiente y dejaron ir a la niña, luego de amenazarla para que no denunciara el hecho, bajo promesas de dañarla a ella y a su familia, así como de mostrar el video que le habían tomado durante la violación tumultuaria.
Hija de indígenas serranos que hace varios años migraron hacia Cuautepec, y que a lo largo de su vida han recibido toda clase de violencia, la niña hizo lo que hasta entonces estaba acostumbrada a hacer: cerrar la boca y obedecer, tal como mandata su condición de mujer, pobre e indígena.
Como la pequeña en ocasiones se quedaba a dormir en el lugar donde trabaja, a su familia no le extrañó que esa noche no hubiera llegado. Lo que sí les sorprendió fue la profunda depresión en que la menor cayó durante los siguientes días. Luego de varios intentos, sus padres por fin lograron conocer la verdad.
La pareja de vendedores de hierbas en el mercado municipal, acudió junto con su hija a levantar la denuncia a la presidencia municipal de Cuautepec, el 1 de mayo de 2009. Demasiado tarde, porque uno de los violadores, muy cercano al alcalde, ya se les había adelantado.
Aún cuando en la presidencia de Cuautepec no se puede levantar un acta formal sobre este tipo de hechos, sino que debe acudirse a la vecina ciudad de Tulancingo, en la alcaldía les dijeron que el acta ya estaba levantada, que les llamarían cuando hubiera alguna novedad.
Con el transcurrir de los días, pese a la escasa instrucción y limitado manejo del idioma español de los padres, la familia de la niña decidió acudir a Tulancingo, en donde el Ministerio Público levantó la denuncia 18/HG/CAVI/142/2009 pero, sospechosamente, nada sucedía hasta que un periodista preguntó a José Alberto Rodríguez Calderón, procurador del estado, qué pasaba con la investigación. De Pachuca llamaron a Tulancingo y el caso comenzó a moverse.
Mientras tanto, en Cuatepec el clima se enrarecía. La niña sufría violencia verbal en las calles, al enfrentarse a los familiares de los violadores que la ofendían constantemente. Los locatarios del mercado donde ocurrió la violación, y donde también trabajan los padres de la niña, mantenían posturas confrontadas sobre el caso, aunque la mayoría se solidarizaba con la hija del los vendedores de hierbas. Algunos dudaban, pero durante una asamblea extraordinaria realizada para abordar el tema, una locataria hizo unificar los criterios:
- “¡Tanto escándalo por una María!”
Las y los comerciantes del mercado municipal se enfurecieron y exigieron retractarse a la mujer que había hecho el comentario fascista: “Esa María como usted la llama, es una niña de catorce años que puede ser su hija o la mía, y que fue salvajemente violada por cuatro brutos que andan libres, burlándose de ella y gozando de la impunidad que da el dinero”. La señora se cohibió, pidió disculpas y, visiblemente avergonzada, abandonó el lugar.
Hoy ya se han cumplido cuatro meses de que los papás de la niña, con su limitado español, lograron interponer una denuncia. Pero muy poco ha pasado. Tal parece que las autoridades estatales están de acuerdo con la señora del mercado que dijo “ ¿Tanto escándalo por una María?”, la diferencia es que aquella señora por lo menos se avergonzó de su dicho.
Hasta ahora, esta pequeña ha cosechado la solidaridad de casi todas y todos los locatarios del mercado de Cuautepec, salvo de aquellos que son familiares de los violadores, quienes desde sus puestos le gritan “puta”, “piruja” y demás linduras.
Los padres del violador que se dice más “influyente”, inclusive han ofrecido a los papás de la niña cien mil pesos a cambio de retirar la demanda. Los humildes indígenas serranos, con ocho de sus catorce hijos que mantener, han resistido valientemente por el anhelo de obtener justicia. “No voy a vender a mi hija”, ha dicho el padre.
Uno de los primeros avances del caso fue el citatorio para comparecer de los cuatro acusados, a quienes han intentado hacer pasar por menores de edad, cuando dos de ellos aparentemente no lo son. Además, la niña fue llamada a declarar ante el personal psicológico y de química forense en Tulancingo, pero estas personas manifestaron su incredulidad ante las declaraciones de la menor, porque dicen que ella no derrama suficientes lágrimas cuando narra los hechos.
En el caso de esta niña, tanto la primera como la segunda violación tumultuaria han ocurrido porque ella sufre la triple marginación que le da ser mujer, pobre e indígena (a parte de ser niña y, al igual que la mayoría de sus hermanos, nunca haber pisado una escuela y no contar con acta de nacimiento).
Ante tal escenario, lo menos que los tres niveles de gobierno en Hidalgo pueden ofrecer a esta menor indígena es el compromiso de que su caso será llevado limpiamente, y que el tráfico de influencias que hasta ahora se mira, cesará para llevar a los culpables a la cárcel. Pero nada de esto se vislumbra próximo.
El poder ejecutivo le ha fallado a una niña que, a los catorce años, debe trabajar en vez de estudiar. El poder legislativo le debe a esta pequeña el todavía no haber armonizado correctamente la Ley de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia en Hidalgo, con la cual se le garantizarían plenamente todos sus derechos sexuales y reproductivos.
Y el poder judicial, ¿qué decir cuando en el juzgado municipal de Cuautepec le mintieron para encubrir a un violador “influyente”? ¿Con qué cara podría el poder judicial negar estar en deuda con esta niña, si el personal encargado de hacer los exámenes psicológico y de química forense cuestionan que ella “no llora” cuando relata los hechos? ¿Cómo no dudar que el influyentismo mueve este caso, cuando la investigación contra los violadores se remitió a la mesa uno del Ministerio Público para adolescentes? ¡adolescentes! ¿Cómo saben en el MP que son adolescentes, si cuando decidió remitirlos a dicha mesa, ni siquiera los habían mandado llamar para que se comprobara legal y físicamente que los inculpados deben ser juzgados como adolescentes? Ahora resulta que además de ejercer violencia institucional, también ejercen la adivinación.
Aunado a lo anterior, los tres niveles de gobierno le deben a esta pequeña indígena el no haber adquirido un compromiso real con la institucionalización de la perspectiva de género en todos sus niveles, porque tal carencia pudo llevar este terrible caso a una pesadilla mayor, ya que, durante todo lo que va del proceso, ninguna autoridad, municipal o estatal, le ofreció a esta niña indígena violada tumultuariamente la Píldora de Anticoncepción de Emergencia. Tal vez piensen que no vale la pena armar tanto escándalo por una María.
Hace un año, el ex relator especial para los derechos humanos de los pueblos indígenas de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), Rodolfo Stavenhagen estuvo en Pachuca y dijo que las problemáticas de los pueblos indígenas del mundo, en especial de México, siguen sin ser resueltas, pues éstos son víctimas “de la violación sistemática de sus derechos humanos”, y que viven situaciones de discriminación, injusticia y enfrentan deficiencias en educación y menosprecio de su identidad cultural.
Parecería que Stavenhagen hablaba de este caso en específico, porque sus palabras corresponden tal cual a esta historia. Hace un año, las autoridades del estado lo invitaron a que impartiera la conferencia magistral Declaración Universal de los Derechos de los Pueblos Indígenas, dentro de las actividades del Día Internacional de los Pueblos Indígenas, organizadas por la Secretaría de Educación Pública de Hidalgo. Ya estamos viendo el caso que las autoridades hidalguenses hicieron a las palabras del ex relator.
La Ley Estatal de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia, dice que en Hidalgo la violencia institucional son los actos u omisiones de las y los servidores públicos de cualquier orden de gobierno que discriminen o tengan como fin dilatar, obstaculizar o impedir el goce y ejercicio de los derechos humanos de las mujeres, así como su acceso al disfrute de políticas públicas destinadas a prevenir, atender, investigar, sancionar y erradicar los diferentes tipos de violencia. Cualquier parecido con la actuación del poder judicial hidalguense en el caso de esta niña, es mera casualidad.
Con sus acciones, el poder judicial del estado nos demuestra que no vale la pena hacer tanto escándalo por una “María”. Aun así, sería muy bueno que por lo menos la Secretaría de Educación Pública de Hidalgo considerara la posibilidad de atender el analfabetismo de esta niña indígena, quien a sus catorce años sólo ha conocido la violencia, misma que no sólo la ha seguido desde el día de su violación, sino que ha acompañado su crecimiento a través de la pobreza.
Esta pequeña vive con sus progenitores y ocho de sus catorce hermanos en un chiquero. No es figura retórica (ojalá lo fuera), literalmente esta familia vive en un cuarto que antes era un chiquero. Cuando el propietario sacó a los puercos, la niña y sus familiares llegaron a vivir ahí.
A principios de este mes nació su hermano más pequeño, un bebé que no alcanzó a que su madre llegara al hospital. Arribó a este mundo en un taxi que los vecinos se cooperaron para pagar. Del taxi al chiquero, este bebé ignora que se integra a una paupérrima familia en el momento en que su hermana de catorce años es violada tumultuariamente por partida doble.
Luego de que el personal psicológico y de química forense en Tulancingo dijera que dudaba de la niña porque no lloraba lo suficiente, la menor fue remitida a la capital del estado, para que la inspeccionaran psicólogas de la Subprocuraduría de Atención a la Familia y a la Víctima (SAFV) de la Procuraduría estatal.
En la primera entrevista en dicha instancia pachuqueña, las psicólogas le dijeron a la niña que era una mentirosa. La acosaron de tal manera que, por sugerencia de unas integrantes de organizaciones civiles, la pequeña dictó a su única hermanita que sabe escribir, una carta con todos los detalles del caso, la cual fue entregada por las activistas en propia mano al gobernador Miguel Ángel Osorio Chong. El mandatario hidalguense respondió: “No se preocupen, la vamos a ayudar”.
La “ayuda” consistió en que, luego de una sesión legal directamente en la procuraduría del estado en donde se concluyó que la niña “no tenía nada”, la menor fuera sometida a una segunda revisión por parte de la misma psicóloga que la acosó en Pachuca:
- “Si no dejas de mentir, te voy a meter a la cárcel”, le dijo la mujer.
La cabeza de la niña daba vueltas. No había comido nada en todo el día y no estaba preparada para esta nueva violación. La psicóloga no dejaba de cuestionarla, agredirla y amenazarla.
Ahora no sólo los dictámenes periciales de la Procuraduría dicen que no le pasó nada (contrario al dictamen médico inicial que determinaba lesiones graves en vagina y ano), sino que la psicóloga de la SAFV se empecina en convencerla de que tiene compulsión por las mentiras.
Pensó que la sesión legal en que se había presentado el video que los violadores le tomaron aquella desgarradora noche sería lo peor de todo, pero se equivocó. En este momento parecía lejano el dolor que le produjo ver las imágenes de celular que mostraban a cuatro tipos desnudos y con el pene erecto, burlándose de una niña que lloraba pidiendo misericordia.
- Con que cartitas al gobernador ¿eh? ¿No que no sabías escribir?
¡Mentirosa!
- La escribió mi hermana menor, ella es la única de nosotros que sí sabe leer.
- Eres una mentirosa, es lo que pasa.
La niña no pudo seguir. Guardó silencio y se abandonó a sí misma. Sólo alcanzaba a percibir lejanamente la voz de la psicóloga que seguía violentándola.
Trató de llevar su mente hacia momentos más gratos, pero lo único que vino a su cabeza fueron las palabras humillantes que recibe constantemente en las calles de Cuautepec, por parte de las familias de sus violadores, y que se suman a las ofensas que le han proferido algunos miembros de la procuraduría hidalguense:
- “Ya todo está arreglado”
- “La mamá de uno de ellos hizo la comida del cierre de campaña del diputado federal”
- “Mejor ya ni le sigas”
- “No les van a hacer nada”
- “Piénsalo, ustedes son casi puras mujeres”
- “Eres una puta”
- “Ellos tienen palancas en la procuraduría”
- “Pero si a ti te gustó, ¿ahora que reniegas?”
- “Ya se repartió dinero”
- “Los cien mil pesos que le ofrecieron a tu papá y que rechazó, ya los fueron a entregar a gente de la procu”
- “Eres una mentirosa”
- “Son amigos del alcalde”
- “India mugrosa”
- “Te voy meter a la cárcel si sigues mintiendo”
- “¿Tanto escándalo por una María?”
- “Nadie te va a creer”
- “Mentirosa”
- “Mentirosa”
- “¡¡¡MENTIROSA!!!” -
“Ya llévesela”, le dijo la psicóloga a la acompañante de la niña. “No sé por qué no quiere hablar”.
Internacional – Medios de Comunicación – Comunicación y género – Violencia de género – Violencia sexual – Las jóvenes – Infancia. 23 ago. 10. AmecoPress. por Tania Meza Escorza
Soy lesbiana y estoy escribiendo sobre la
interrupción voluntaria del embarazo. Se me ha dicho en distintas
ocasiones que no me corresponde hablar de este tema porque mis prácticas
sexuales no me ponen en peligro de un embarazo no deseado. Sin embargo,
ese supuesto es un mito. Soy lesbiana y he abortado. Aborté siendo muy
joven y vulnerable, aborté en una época y lugar que me obligaron a la
clandestinidad. A pesar del riesgo vivido, no me arrepiento. No viví el síndrome post-aborto del
que hablan algunos textos conservadores, tampoco quedé estéril, ni he
muerto, no fui al infierno y no atormentan mis noches los rostros de
niños no natos de las imágenes chantajistas de los carteles que los
militantes anti elección cuelgan en los puentes del Periférico. Sin
embargo, soy consciente de que fue un procedimiento que viví en
condiciones de mucho miedo ante lo desconocido, con maltrato médico y
con angustia
económica y sé que no quiero que vivan esas condiciones injustas otras
mujeres, si tienen que someterse a un procedimiento similar.
Si
bien es cierto que las realidades de las mujeres en este país son
complejas y diversas y que somos mucho, mucho más allá que meramente
objetos cosificados, que senos, nalgas, piernas que parecen ser lo que
se utiliza para comerciar con nuestras imágenes y más que aquellos
úteros que parecen preocupar tanto para su tutelaje a clérigos y ciertos
estadistas; cabe el preguntarse sobre lo que pasa concretamente con
nuestros cuerpos y cuál es la razón por la que la vigilancia sobre éstos
resulta tan relevante que ocupa un debate constante en los medios de
comunicación y que en la práctica determina la vida de tantas de
nosotras, porque somos innumerables las que hemos vivido en propia piel
el costo que las mujeres tenemos que pagar por querer elegir, por
desear, por proponer.
Las lesbianas que
deseamos vivir la maternidad en nuestros cuerpos en este país, podemos
hacerlo sólo si tenemos las posibilidades económicas para ello, ya que
nos vemos obligadas a pagar altas cantidades de dinero para tener acceso
a las técnicas de reproducción asistida, pues el Estado, tan ocupado en
regular la maternidad de unas, se niega a mirar hacia otras
maternidades. Así mismo, cuando ya vivimos la maternidad, constantemente
pagamos en lo emocional cuando el entorno se toma la atribución de
pretender llamarnos a cuentas por el desfase de ser madres y lesbianas al que nos hemos atrevido.
También,
por desgracia, sigue ocurriendo que en pleno 2010, lesbianas seamos
agredidas, abusadas, golpeadas, aisladas o discriminadas por ejercer
nuestra preferencia sexual. [1]
Es este es uno de los puntos clave de
coincidencia entre mujeres heterosexuales y no heterosexuales, el estar
inmersas en una cultura de castigo sobre y por los cuerpos femeninos. Ya
sea por buscar el parir, por buscar el no parir, por utilizarlo para el
disfrute y el placer, incluso por reconocer el cuerpo como propio.
Es
interesante observar lo que ocurre con los cuerpos que al nacer
presentan genitales femeninos, el cómo a partir de ellos se crean los
cimientos que sostienen al sistema dominante. Basta encender el
televisor, pulsar el acceso a Internet o pararse frente a un puesto de
revistas, ventanas por excelencia del mundo contemporáneo, para recibir
un inmediato bombardeo en donde priman dos tipos recurrentes de
imágenes: Por una parte, la nota roja, con su baño cotidiano de sangre,
muerte y dolor pasteurizado, normalizado. Por otra parte, cuerpos de
mujeres expuestos semidesnudos como elemento decorativo,
publicitario o como modelo a seguir, ideal a alcanzar para otras
mujeres. Si tomamos en cuenta el que muchos de los cuerpos presentados
en los hechos sangrientos mencionados líneas arriba, son también cuerpos
femeninos, pueden llegar a dar la impresión de ser el mismo �producto�,
solamente con distinta presentación.
Miremos alrededor y
observemos que son los cuerpos de las mujeres aquellos que forman más de
la mitad de la fuerza productiva de este país. Según datos de la
Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo de 2009, de 75.4 millones de
personas que trabajan, 40.5 millones son mujeres. [2]
Reconozcamos
el cómo estos ojos, mentes atentas, brazos y piernas son los que se
hacen cargo de la formación de los niños y niñas de esta
nación, siendo que, además, e n México el 41.5% de los hogares, son
lidereados y sostenidos económicamente por mujeres. [3]
Así
mismo, trabajamos en promedio 27 horas a la semana en los quehaceres
domésticos de nuestros hogares, y participamos alrededor de 25 horas en
el cuidado de niños, enfermos y ancianos. [4] El
trabajo doméstico realizado por estas espaldas, piernas, brazos, manos
de mujer, es una labor que no nos reporta en general ingresos, pero cuya
realización es social y económicamente indispensable pues permite a
cada trabajador, trabajadora,
alimentarse, vestirse, asearse, mantener el orden diario para poder
salir desde lo privado a cumplir su labor asalariada.
Podemos,
también, constatar que somos las que sostenemos la economía de consumo.
Basta con mirar como es a nosotras que se dirige un porcentaje
importante de la publicidad, con productos para las labores domésticas,
para la decoración del hogar, para lograr la apariencia que dicta el
modelo estético actual, los productos para la alimentación de las
familias, cuya responsabilidad se deposita también en nosotras.
Pensemos
en el gran negocio que implica la salud de las mujeres: desde la venta
de productos para aclarar la piel, modificar el color de los ojos,
labios, cabello, para erradicar el vello, disimular olores, toallas
sanitarias y tampones con tinturas y blanqueadores, sostenes y fajas,
pastillas laxantes y para bajar mágicamente de peso, zapatos de
tacón alto y todos aquellos artilugios que
resienten la salud femenina, que devenga gastos mayores en atención
terapéutica, cuidados, medicamentos y la obligación posterior de seguir
adquiriendo productos que nos mantengan con vida: medicinas,
tratamientos, aparatos ortopédicos en los casos de daño por el uso de
calzado inadecuado y, por supuesto, más productos cosméticos y
sanitarios. Nos convertimos en clientela cautiva. Se trata de un negocio
redondo, negocio perfecto.
Nosotras, colocadas no sólo como
consumidoras potenciales, si también no como objeto para destinar al
comercio en la prostitución, en la pornografía, en las nuevas formas de
esclavitud.
Aún más, no podemos olvidar que son nuestros cuerpos
los que han recibido en este país la tortura sexual como forma de
represión política, cuerpos botines de guerra.
Es así, pues, el
cuerpo femenino la valiosa materia prima que sostiene el sistema
económico, político, sobre el que se deposita la permanencia
del estado de las cosas. Es muy probablemente por ello que a quienes
les interesa mantener, justamente, ese estado de las cosas, les resulta
terrible, temible, impensable el que las mujeres nos reconozcamos dueñas
de este cuerpo, precisamente de este cuerpo.
Las mujeres, piernas, brazos, úteros, senos, troncos, cabezas; dueñas de sí, poderosas.
Ante
este peligro inminente es que buscan construir mecanismos de sujeción,
modelos de lo que es deseable, la imagen a imitar de belleza, de
renuncia, de abnegación. Incluso, se construye una lógica común de
constante obligación, compulsión a la maternidad. La imagen de la madre,
rodeada de cánticos de ángeles rubios de la iconografía católica,
monumentos, encajes rosas, telenovelas embrutecedoras y eternas loas a
la renuncia y al sacrificio en el nombre de los hijos .
En cambio, se destina la sanción para aquella que rompe con alguna de las ligaduras concretas.
Estigma, señalamiento. Para quien se atreve al placer, es el calificativo de puta. Para quien transgrede con el molde de lo considerado femenino, el apelativo de machorra. La gorda ,
es quien no cumple con los criterios de estética impuestos desde los
medios. Incluso y en pleno siglo XXI, hay una carga para aquella que
decide entrar al trabajo de criar hijos sin un hombre a su lado que la
legitime.
Sin embargo, al parecer, no bastan el estigma y la
sanción social para quien se niega a gestar y parir sin desearlo. Hay
una búsqueda sádica de castigo corporal, de criminalización, una
persecución de hecho, hoy en México legitimada en 18 estados: Chiapas,
Veracruz, Querétaro, Baja California, Chihuahua, Campeche, Colima,
Puebla, Durango, Jalisco, Nayarit, Quintana Roo, Guanajuato, Yucatán,
Sonora, Morelos, San Luis Potosí y Oaxaca .
Así como se dice que
en este país existe libertad de expresión, esta libertad
es real porque está consignada oficialmente, es real mientras no se
intente pintar en un muro, pegar un cartel o repartir volantes
informativos por la calle, mucho menos acceder a los medios de
comunicación masiva, porque entonces quien lo intente será nombrado
transgresor, incluso �delincuente�. Es decir, tenemos libertad de
expresarnos, pero no en cualquier espacio, porque el espacio pertenece,
generalmente, sólo a los privilegiados y al Estado. Así, el cuerpo de
las mujeres es de las mujeres mientras no intenten decidir por sí mismas
lo que ocurre con él, porque, al parecer, la injerencia suprema ha de
ser la de los líderes religiosos y de los interesados en mantenerlas
sujetas.
Es por lo anterior que se hace preciso mirar con
cuidado qué hay detrás del discurso antielección que manejan los
sectores conservadores y que nos dejan caer en periódicas declaraciones,
porque no es mero oscurantismo sustentado en arcaísmos
religiosos, no es ignorancia, no son tan inocentes. Se trata únicamente
del engaño que ocupa demasiado tiempo en citas de salmos y evangelios,
excelentes distractores en el debate, cuya función es de cortina de humo
para un análisis de mayor profundidad para la población en general. Su
interés tampoco es el bienestar de la �familia�, concepto que han
convertido en sagrado instrumento de manipulación de la opinión pública.
Mucho menos es el bienestar de las mujeres mismas, no hay interés
alguno en el fortalecimiento, en la autonomía, en la educación en
general, baste con ver de la franca oposición y desinformación activa en
contra del condón, los métodos anticonceptivos, la PAE y los temas de
salud y libertad sexual en general y, definitivamente, tampoco es el
interés por la vida del producto, mero chantaje señalado en
foros diversos cuya incongruencia es prácticamente palpable en la
pobreza de millones, tolerada,
incentivada por éstos mismos que claman desde la cultura de la
misoginia.
La visión retrograda es el no entender las
circunstancias diversas de las mujeres que vivimos un embarazo no
deseado, es no construir una educación en el respeto a la libre
elección, de prevención informada. Además es interesante observar el
cómo el buscar la prohibición, tampoco, es evitar que se lleven a cabo
abortos, pues de sobra sabemos que la ilegalidad no detiene el que
ocurran, el objetivo es claro y específico: el castigo sobre las
mujeres.
Es la concreta exigencia del castigo como forma, como
política del miedo en busca de mantener el sometimiento de un sector de
la población. Se toman el poder de imponer sobre nuestros cuerpos la
prisión, si no deseamos o nuestras circunstancias de vida nos llevan a
elegir no gestar, si decidimos no utilizar nuestra fuerza, energía,
tiempo, la cotidianeidad en la tarea de la crianza.
En los meses
más recientes en México, se ha visibilizado el que en Puebla, son
aproximadamente 30 las mujeres encarceladas por haber abortado; en
Veracruz hay ocho recluidas por aborto que han sido acusadas de
homicidio calificado; cinco de ellas ya han sido sentenciadas a purgar
de 12 a 15 años de cárcel por su supuesto crimen. [5] En
tanto, en Guanajuato, según datos de organizaciones no gubernamentales,
en los últimos ocho años 130 mujeres violadas han sido denunciadas y
procesadas por abortar. En los últimos años nueve mujeres fueron
sentenciadas y 11 están siendo procesadas, de acuerdo a información de
San Juana Martínez [6]
Para
las mujeres que hemos abortado o que estamos en un momento de nuestras
vidas en donde nos preguntamos sobre la opción de interrumpir un
embarazo, el clima alrededor está sembrado de terrorismo antielección.
Por una parte la acusación menor es la sanción social que nos nombra
egoístas, es decir, es la crítica a atrevernos a decidir lo que queremos
para nosotras, para nuestros futuros y para nuestra vida cotidiana,
cómo y cuándo ser madres; continúa el señalamiento y condena hacia quien
se sospecha a favor del aborto en algunas comunidades; el ataque
directo a quienes reconocemos públicamente que hemos interrumpido
voluntariamente nuestros embarazos, desde insultos hasta mensajes de
odio y más; la injusticia de tener que someterse a los procedimientos
terapéuticos en medio del temor a lo oculto, en sitios no siempre
salubres y mucho menos regulados; de permitir
que sea un negocio para algunos médicos que se aprovechan de la
situación para cobrar sumas indignas a mujeres en situaciones
desesperadas, médicos que no siempre están capacitados y que cuando
cometen violencias contra sus pacientes no pueden ser denunciados;
hombres, esposos, novios, padres, que violentan a mujeres obligándolas a
abortos involuntarios; mujeres que han encontrado la muerte por abortos
mal practicados en condiciones de clandestinidad. Todo ello permitido,
sugerido y generado por el clima de ilegalidad, hostilidad y profunda
desinformación promovida en los ambientes contrarios a la libre
elección.
Qué distinto podría ser si las mujeres no fuéramos a prisión por determinar cuándo y cómo deseamos tener hijos.
Cuán
liberador sería si médicos y médicas a los que acudiésemos estuvieran
todos bajo un marco de regulación, actualizades para prestar servicios
eficientes y de calidad y sensibilizades para que el
trato fuese más humanitario. Cuánta sería la diferencia si hubiese
información laica y con difusión suficiente para que nadie pudiese
obligarnos a interrumpir un embarazo, pero tampoco el continuarlo.
Qué
gran diferencia si las casas de acogida para mujeres embarazadas no
estuvieran en su mayoría en manos de personas antielección cuya idea de
la maternidad no fuera tan manipuladora y moralina y en donde no
recayeran tantas sospechas sobre el rentable negocio de la adopción, ya
que su manejo no es transparente, por ejemplo, la Red por los Derechos
de la Infancia en México ha denunciado que el gobierno federal no tiene
los registros completos de los niños que se encuentran en albergues y
casas hogar, tanto públicos como privados. [7] , [8] Igualmente,
si no generara tanta desconfianza el manejo de los recursos que reciben
algunas de estas instituciones y que deberían ser destinados a las
mujeres que atienden mientras dura su embarazo, las cuales parecen ser
desechadas tras el parto. [9] , [10]
Qué
distinto sería para tantas si el miedo a la prisión, pero también la
amenaza constante de la miseria, de desempleo,
de la falta de recursos, el desamparo o la injusticia de ser madre sin
desearlo no fueran una paradoja constante y real en tantos estados de
nuestro México.
Por todo lo anterior, es preciso tener claro que
no es meramente un tema de moral o salud pública, el tema de la
elección o no de la maternidad es un asunto de profundo contenido
político, que atañe a la organización de las sociedades y el devenir
histórico en general, que implica perpetuar o no formas de control sobre
las mujeres.
Es imprescindible pensar la oposición a la
Interrupción Voluntaria del Embarazo como un eslabón que nos permite
visualizar la cadena de sujeción a violencias distintas contra las
mujeres. Por ello, es importante reconocer la necesaria continuidad de
la defensa en materia legislativa, pero también, la búsqueda y exigencia
de libertad a las presas por aborto, hoy presas políticas de este
sistema. Así mismo, demandar justicia para aquellas que
han muerto en abortos ilegales, denunciar que se trata concretamente de
feminicidios de un Estado que prefiere provocar la muerte de las
mujeres a dejar de tutelar sobre nuestros vientres.
El paso
primero y urgente es rescatar nuestros cuerpos, arrebatarlos a la lógica
neoliberal y patriarcal que los ha secuestrado. Hagamos resistencia, es
decir, busquemos otras prácticas, otros modos de pensar y pensarnos.
Hablemos,
informemos, aprendamos, enseñemos a las más jóvenes. En la Interrupción
Voluntaria del Embarazo, en la exigencia de justicia ante un abuso o un
maltrato, ante todas las formas de violencia contra las mujeres, nos
fortalece el acompañarnos. Hacer resistencia es, también, no dejar sola a
la otra ni quedarnos solas.
No es necesario que nadie nos diga
cómo y cuándo, no es preciso esperar permisos o iniciativas de
autoridades. Reconocer lo que pasa, lo que imponen, lo que obligan sobre
nuestros cuerpos y sobre
nuestras vidas. Es meramente cuestión de preguntarnos unas a otras, de
reconocer lo que necesitamos las mujeres de la calle que habitamos, de
nuestra colonia, de nuestra zona. Preguntarnos cómo, mirar alrededor,
encontrarnos unas a otras y organizarnos. Politicemos lo que nos ocurre y
no permitamos que nos hagan ocurrir más violencias. No es justo dejar
la tarea a las siguientes generaciones; no es justo para nosotras seguir
postergando el debate y la acción. Ya es la hora de recobrar lo que nos
pertenece:
Oaxaca, Oax. 7 sep 10 (CIMAC).- Al medio día de este martes
una mujer triqui fue violada por cuatro hombres, y una más recibió un disparo
cerca del hombro al intentar escapar, denunciaron las mujeres en resistencia de
la zona triqui de San Juan Copala, que desde hace 27 días mantienen un plantón
en el zócalo oaxaqueño.
La violencia no termina, las mujeres siguen siendo el botín de guerra entre la
disputa que las organizaciones sociales hacen de San Juan Copala.
"Natalia Cruz Bautista, de 42 años de edad fue violada por Julio César
Martínez, Antonio Cruz García alías "El Pájaro", Domingo Ramírez García
y Mauro Vásquez, como parte de una venganza porque la compañera estuvo en la
caravana en la que asesinaron a la activista Bety Cariño y Jiry Jaakkola en
abril pasado".
Cruz Bautista identificó a los autores materiales de ese ataque, dijo Mariana
Flores, una indígena triqui que se ha convertido en la voz de la veintena de
mujeres que mantienen un plantón indefinido frente al Museo del Palacio.
En enero del 2007, la agencia de San Juan Copala se declaró municipio autónomo,
afín al Movimiento Unificador de Lucha Triqui Independiente (MULTI) y la
disputa con las otras dos organizaciones, la Unidad de Bienestar Social de la Región Triqui
(Ubisort) y el MULT se recrudeció.
En lo que va del año suman más de 20 personas asesinadas, los servicios básicos
fueron suspendidos en San Juan Copala y sólo se puede ingresar o salir de ahí
caminando entre veredas.
Como los pobladores de Copala consideran que no hay condiciones para salir,
tanto Natalia como Francisca permanecen ahí a pesar de la gravedad de sus
heridas. Quizá por la noche o la madrugada sean trasladadas a algún lugar para
recibir atención, ya que en el municipio autonómo no hay médico particular ni
institución pública de salud que ofrezca sus servicios.
Por la escasez de alimentos, Natalia y Francisca de Jesús García, de 45 años de
edad, habían salido a Santiago Juxtlahuaca a comprar y al volver fueron
agredidas. "Natalia fue violada y golpeada, la desnudaron y cuando
Francisca intentaba escapar fue herida por una bala que le tocó abajo del
hombro".
Mariana Flores detalló que la agresión ocurrió a unos 4 kilómetros de
Copala, cerca de La Sabana,
el paraje donde fueron asesinados la activista Beatriz Cariño y el filandés
Jiry Jaakola el pasado 27 de abril, cuando intentaban llevar víveres en una
primera caravana humanitaria.
Por ser ese territorio de militantes de la Ubisort, Mariana Flores responsabilizó de la
agresión a esa organización que consideran también asesinó a los dos activistas
y preguntó al gobernador Ulises Ruíz: ¿"hasta cuándo el Gobierno va a
permitir que haya paz, hasta cuándo va a permitir que haya mujeres agredidas,
violadas o asesinadas"?.
La violación tumultuaria que sufrió Natalia se suma a una larga lista de
agresiones similares que no suelen denunciarse "por las costumbres de los
pueblos, de nuestra cultura, a las mujeres les da miedo decir lo que les
pasa", explicó Reyna Martínez, otra mujer que también participa en el
plantón del zócalo.
En ese plantón participa Josefina Martínez, la hija de Natalia, quien además
del dolor que siente por la violación tumultuaria que enfrentó su madre, teme
por sus tres pequeños que se quedaron al cuidado de ella: Norma de 9 años,
Imelda de 7 y Fredy de 5 años.
"No saben cómo están sus hijos. Ella (Josefina) quiere ir pero lo vamos a
valorar porque la situación en la comunidad está muy difícil", explicó
Mariana Flores a manera de traductora porque Josefina, como muchas mujeres de
Copala no habla español, mucho menos han asistido a la escuela o tienen poder
de decisión.
México, D.F 6 sep 10 (CIMAC).- Sin resultados
concretos para las mujeres, Felipe Calderón llegó a su IV Informe de Gobierno
con una lista de acciones emprendidas por su administración en el tema de
igualdad de oportunidades y salud.
MUERTE MATERNA
En 2008 la Razón
de Muerte Materna (RMM) fue de 57 defunciones por cada 100 mil nacidos vivos,
dos puntos porcentuales más que en 2007 cuando se ubicó en 55.6 defunciones.
Para 2009, Calderón reportó una RMM de 62.8 defunciones por cada 100 mil
nacidos vivos, un aumento que se debió a la “epidemia del virus de la
influenza” lo que disparó en casi 10 veces el número de MM por infecciones
respiratorias.
En el tercer informe, anunció una estrategia para disminuir la MM en los 125 municipios con
menor índice de desarrollo humano (IDH), misma que se echaría a andar desde
octubre de 2008 para detectar las deficiencias en las redes de atención
materna y fortalecer lo que se necesitaba. En este informe, no se dejó claro
los resultados de esta estrategia.
Pese a que la MM
es un tema pendiente en la agenda federal y no hay políticas para
contrarrestarla, Calderón anunció que continuará con tareas para disminuirla,
como la realización de talleres para priorizar las intervenciones, programas y “políticas
de salud”.
CÁNCER DE MAMA
El cáncer de mama (Ca ma) es la primera causa de muerte de las mexicanas, desde
2006 desplazó al cáncer cérvico uterino (Ca cu).
Para reducir el número de defunciones por esta causa se requiere cinco veces
más equipo y personal capacitado para la toma de mastografías a 7 de cada 10
mexicanas mayores de 50 años de edad, de acuerdo con Mario Gómez Zepeda,
subdirector de Prevención y Atención de Ca Ma, del Centro Nacional de Equidad
de Género y Salud Reproductiva (CNEGySR).
El Ca Ma cobra la vida de una mujer cada dos horas; al año fallecen más de 4
mil 800 por esta enfermedad.
De acuerdo con el experto, se necesita una cobertura de 4.2 millones de
mastografías anuales para las 7.3 millones de mujeres de 50 a 69 años de edad, quienes
tienen mayor riesgo de padecerla.
En tanto Calderón informó que, de enero de 2007 a agosto de 2010, se
han realizado 2 millones 403 mil 523 mastografías, lo que significa que en 3
años no se cubrió ni la mitad que -de acuerdo con el experto del CNEGYSR- se
necesitan anualmente.
CÁNCER CÉRVICO UTERINO
La tasa de mortalidad por Ca Cu se estimó para 2010 en 13.8 defunciones por
cada 100 mil mujeres de 25 años y más de edad, inferior en 1.3 por ciento a la
tasa de 2008 (14.0).
Felipe Calderón informó que en el periodo 2009-2010 se aplicaron 122 mil 436
dosis de vacunas contra el Virus del Papiloma Humano en 180 municipios.
Datos conseguidos por Cimacnoticias a través del IFAI, señalan que en 2008 se
aplicaron 79 mil 556 dosis, en 2009 132 mil 25, y que en 2010 no había datos
porque “aún no se inicia la vacunación ya que apenas se concretó la
licitación”.
VIOLENCIA
En este informe, Calderón menciona las sentencias de la Corte Interamericana
de Derechos Humanos por el feminicidio del caso “Campo Algodonero” y la
desaparición forzada de Rosendo Radilla Pacheco.
La primera dijo, “involucra la responsabilidad del gobierno de Chihuahua” y
destacó como acciones cumplidas la publicación y difusión de las resoluciones
en medios impresos y oficiales.
Anunció la construcción del memorial para las víctimas, el avance en la
estandarización de protocolos y manuales de investigación de desapariciones,
violencia sexual y homicidios de mujeres; y la reelaboración del Protocolo
Alba, un mecanismo de búsqueda inmediata de mujeres y niñas desaparecidas.
Sobre la indemnización por concepto de gastos y costas a los familiares de las
víctimas -que mandata la sentencia- y la cual asciende a 851 mil dólares que el
Estado debe pagar de manera inmediata, nada dijo.
Nosotras las mujeres de los pueblos indígenas de México, quienes
hemos permanecido en lucha por más de 500 años, por el reconocimiento y
respeto a nuestros derechos colectivos e individuales, en el marco del
encuentro nacional feminista, estamos reunidas en la ciudad de
Zacatecas, los días 27,28 y 29 de agosto del 2010, mujeres Tepehuanas
del norte, Náhuatl, Popolucas, Zapotecas, Mixes, Chinantecas, Ñu Savi,
Triquis, Ikoots, Nahñu, Mazahuas. Y ante los festejos del bicentenario
de la independencia y centenario de la revolución de nuestro país,
nosotras las mujeres indígenas seguimos permaneciendo en la marginación
ante la falta de compromiso y cumplimiento del Estado Mexicano en el
respeto a los derechos fundamentales para nuestro desarrollo social,
económico, político, cultural y ambiental con nuestros pueblos.
Reconocemos:
- La lucha de nuestras ancestras por la permanencia de nuestros pueblos y contra la opresión constante de las mujeres indígenas. -
La lucha y logros de las mujeres feministas y apoyamos a la
construcción de una sociedad de dialogo intercultural, plural,
incluyente para una sociedad más justa y equitativa. - La declaración
emitida por las hermanas indígenas y afrodescendientes en Brasilia, en
el marco de la Undécima Conferencia Regional sobre la Mujer de América
Latina y el Caribe y la Diáspora, respecto a que no somos grupos
vulnerables, sino sujetas de derecho, expresa que el Estado no ha
cumplido su papel garante de derechos. - Que la participación de las mujeres indígenas es un hecho histórico en este Encuentro Nacional Feminista 2010.
Repudiamos:
- La militarización del país y la violencia del aparato militar y nos posicionamos en contra de la creación de la policía única. - La destrucción sistemática de nuestros recursos naturales, culturales, sociales, jurídicos y políticos. - Todo tipo de violencia hacia las mujeres y nuestros pueblos indígenas.
Por lo que exigimos al Gobierno municipal, estatal y federal:
- La garantía y respeto de los derechos fundamentales, sobre todo,
referente a los derechos a una vida libre de violencia para las mujeres
así como el acceso a la justicia de manera gratuita y eficiente en un
marco intercultural. - El acceso libre, gratuito y de calidad a los
servicios de salud que aún no garantizan la vida por enfermedades
curables y prevenibles de las mujeres, ancianas, niñas y niños
indígenas; también, el inmediato compromiso en asegurar el acceso a la
educación intercultural de calidad que incluyan, temas de salud sexual y
reproductiva, clara y precisa. - La dignificación y el
reconocimiento del trabajo del hogar y la garantía de los derechos
fundamentales y laborales de las mujeres indígenas y no indígenas,
trabajadoras del hogar. - A que cumpla y respete los instrumentos
internacionales (CEDAW, CONVENIO 169 DE LA OIT, DECLARACION DE LA ONU
SOBRE LOS PUEBLOS INDÍGENAS, BELEN DO PARA) relativos a pueblos y
mujeres indígenas, así como las recomendaciones del Foro Permanente
Indígena de Naciones Unidas y de la Comisión Interamericana de Derechos
Humanos. - Al cese inmediato al estado de sitio que vive el Municipio
Autónomo de San Juan Copala; demandamos la pronta solución y castigo a
los responsables del asesinato de Teresa Bautista, Felicitas Martínez,
Alberta Cariño Trujillo, Jiry Jackola, Timoteo Alejandro Ramírez,
Tleriberta Castro, de este etnocidio y responsabilizamos al Gobierno del
Estado de Oaxaca de esta situación. - La investigación a profundidad
e imparcial, de los asesinatos cometidos a las mujeres de Ciudad Juárez
así como el castigo inmediato de los responsables.
Y nos comprometemos a:
- Seguir impulsando procesos de liderazgos diversos de mujeres
indígenas con perspectiva de género, intergeneracional y de autocrítica
cultural. - Luchar por la construcción del derecho a la paz y
desarrollo de los pueblos indígenas desde nuestra cosmovisión como
mujeres indígenas para que se traduzca en el buen vivir. - Seguir
fortaleciendo puntos de encuentros y diálogos con mujeres feministas en
contra de la opresión patriarcal. Así como articularnos y
establecimiento de alianzas con mujeres diversas.
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Por Silvia Núñez Esquer, corresponsal
Hermosillo, Son., 2 sep 10 (CIMAC).- Como parte de los encuentros “Género y Cambio Climático”, que se llevan a cabo en el país, para conformar una agenda nacional sobre las causas y efectos del cambio climático, y proponer acciones ciudadanas, organizaciones civiles e instituciones de Sonora, llevaron a cabo un taller temático.
Se trata de recoger las propuestas, visiones y problemáticas locales, rumbo a la Conferencia de las Partes de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático (COP-16), que se realizará en Cancún en diciembre próximo, afirmó Humberto Ruiz Molina, subdelegado de Planeación y fomento sectorial de la SEMARNAT en Sonora, e integrante de la Red Género y Medio Ambiente, (Rgma).
Se trata, dijo, de incluir los efectos diferenciados de género en el país, ya que son las mujeres las protagonistas principales en casos de desastres tanto por ser afectadas, como por ser las personas que más rápido responden a los llamados de organización para salir adelante.
El también enlace de género de la SEMARNAT, dijo que toda esta problemática se debe ver desde la perspectiva de los derechos humanos: derecho a la alimentación, derecho a la salud, a la protección civil, a la vivienda, a la educación, y el derecho a estar organizados para enfrentar los efectos de los desastres.