Oaxaca, Oax. 7 sep 10 (CIMAC).- Al medio día de este martes
una mujer triqui fue violada por cuatro hombres, y una más recibió un disparo
cerca del hombro al intentar escapar, denunciaron las mujeres en resistencia de
la zona triqui de San Juan Copala, que desde hace 27 días mantienen un plantón
en el zócalo oaxaqueño.
La violencia no termina, las mujeres siguen siendo el botín de guerra entre la disputa que las organizaciones sociales hacen de San Juan Copala.
"Natalia Cruz Bautista, de 42 años de edad fue violada por Julio César Martínez, Antonio Cruz García alías "El Pájaro", Domingo Ramírez García y Mauro Vásquez, como parte de una venganza porque la compañera estuvo en la caravana en la que asesinaron a la activista Bety Cariño y Jiry Jaakkola en abril pasado".
Cruz Bautista identificó a los autores materiales de ese ataque, dijo Mariana Flores, una indígena triqui que se ha convertido en la voz de la veintena de mujeres que mantienen un plantón indefinido frente al Museo del Palacio.
En enero del 2007, la agencia de San Juan Copala se declaró municipio autónomo, afín al Movimiento Unificador de Lucha Triqui Independiente (MULTI) y la disputa con las otras dos organizaciones,la Unidad de Bienestar Social de la Región Triqui
(Ubisort) y el MULT se recrudeció.
En lo que va del año suman más de 20 personas asesinadas, los servicios básicos fueron suspendidos en San Juan Copala y sólo se puede ingresar o salir de ahí caminando entre veredas.
Como los pobladores de Copala consideran que no hay condiciones para salir, tanto Natalia como Francisca permanecen ahí a pesar de la gravedad de sus heridas. Quizá por la noche o la madrugada sean trasladadas a algún lugar para recibir atención, ya que en el municipio autonómo no hay médico particular ni institución pública de salud que ofrezca sus servicios.
Por la escasez de alimentos, Natalia y Francisca de Jesús García, de 45 años de edad, habían salido a Santiago Juxtlahuaca a comprar y al volver fueron agredidas. "Natalia fue violada y golpeada, la desnudaron y cuando Francisca intentaba escapar fue herida por una bala que le tocó abajo del hombro".
Mariana Flores detalló que la agresión ocurrió a unos4 kilómetros de
Copala, cerca de La Sabana ,
el paraje donde fueron asesinados la activista Beatriz Cariño y el filandés
Jiry Jaakola el pasado 27 de abril, cuando intentaban llevar víveres en una
primera caravana humanitaria.
Por ser ese territorio de militantes dela Ubisort , Mariana Flores responsabilizó de la
agresión a esa organización que consideran también asesinó a los dos activistas
y preguntó al gobernador Ulises Ruíz: ¿"hasta cuándo el Gobierno va a
permitir que haya paz, hasta cuándo va a permitir que haya mujeres agredidas,
violadas o asesinadas"?.
La violación tumultuaria que sufrió Natalia se suma a una larga lista de agresiones similares que no suelen denunciarse "por las costumbres de los pueblos, de nuestra cultura, a las mujeres les da miedo decir lo que les pasa", explicó Reyna Martínez, otra mujer que también participa en el plantón del zócalo.
En ese plantón participa Josefina Martínez, la hija de Natalia, quien además del dolor que siente por la violación tumultuaria que enfrentó su madre, teme por sus tres pequeños que se quedaron al cuidado de ella: Norma de 9 años, Imelda de 7 y Fredy de 5 años.
"No saben cómo están sus hijos. Ella (Josefina) quiere ir pero lo vamos a valorar porque la situación en la comunidad está muy difícil", explicó Mariana Flores a manera de traductora porque Josefina, como muchas mujeres de Copala no habla español, mucho menos han asistido a la escuela o tienen poder de decisión.
La violencia no termina, las mujeres siguen siendo el botín de guerra entre la disputa que las organizaciones sociales hacen de San Juan Copala.
"Natalia Cruz Bautista, de 42 años de edad fue violada por Julio César Martínez, Antonio Cruz García alías "El Pájaro", Domingo Ramírez García y Mauro Vásquez, como parte de una venganza porque la compañera estuvo en la caravana en la que asesinaron a la activista Bety Cariño y Jiry Jaakkola en abril pasado".
Cruz Bautista identificó a los autores materiales de ese ataque, dijo Mariana Flores, una indígena triqui que se ha convertido en la voz de la veintena de mujeres que mantienen un plantón indefinido frente al Museo del Palacio.
En enero del 2007, la agencia de San Juan Copala se declaró municipio autónomo, afín al Movimiento Unificador de Lucha Triqui Independiente (MULTI) y la disputa con las otras dos organizaciones,
En lo que va del año suman más de 20 personas asesinadas, los servicios básicos fueron suspendidos en San Juan Copala y sólo se puede ingresar o salir de ahí caminando entre veredas.
Como los pobladores de Copala consideran que no hay condiciones para salir, tanto Natalia como Francisca permanecen ahí a pesar de la gravedad de sus heridas. Quizá por la noche o la madrugada sean trasladadas a algún lugar para recibir atención, ya que en el municipio autonómo no hay médico particular ni institución pública de salud que ofrezca sus servicios.
Por la escasez de alimentos, Natalia y Francisca de Jesús García, de 45 años de edad, habían salido a Santiago Juxtlahuaca a comprar y al volver fueron agredidas. "Natalia fue violada y golpeada, la desnudaron y cuando Francisca intentaba escapar fue herida por una bala que le tocó abajo del hombro".
Mariana Flores detalló que la agresión ocurrió a unos
Por ser ese territorio de militantes de
La violación tumultuaria que sufrió Natalia se suma a una larga lista de agresiones similares que no suelen denunciarse "por las costumbres de los pueblos, de nuestra cultura, a las mujeres les da miedo decir lo que les pasa", explicó Reyna Martínez, otra mujer que también participa en el plantón del zócalo.
En ese plantón participa Josefina Martínez, la hija de Natalia, quien además del dolor que siente por la violación tumultuaria que enfrentó su madre, teme por sus tres pequeños que se quedaron al cuidado de ella: Norma de 9 años, Imelda de 7 y Fredy de 5 años.
"No saben cómo están sus hijos. Ella (Josefina) quiere ir pero lo vamos a valorar porque la situación en la comunidad está muy difícil", explicó Mariana Flores a manera de traductora porque Josefina, como muchas mujeres de Copala no habla español, mucho menos han asistido a la escuela o tienen poder de decisión.
Por Nadia Altamirano Díaz, corresponsal