Cimacnoticias | México, DF.- 11/07/2014
CIMACFoto: Yunuhen Rangel Medina |
Las agresiones, amenazas y hostigamientos que intentan frenar el trabajo de defensoras de Derechos Humanos (DH) y periodistas, y que van en aumento en México, además de tener un componente de género, impactan a toda la comunidad, pues en algunos casos se frena la protección de las garantías fundamentales.
Activistas, defensoras y periodistas dieron a conocer lo anterior a Rashida Manjoo, relatora especial sobre la Violencia contra la Mujer de Naciones Unidas, quien acompañada de la jurista Alda Facio, escuchó ayer a representantes de organizaciones sociales y comunicadoras en el último evento público de su visita a México.
Marusia López Cruz, coordinadora regional de Asociadas por lo Justo (JASS, por sus siglas en inglés), expuso que en México las defensoras de DH y periodistas desarrollan su trabajo en condiciones de desigualdad y discriminación de género.
Y al atentar en contra de su trabajo, ya sea con ataques directos o con campañas de difamación, no sólo se violenta su integridad personal, sino la de toda la comunidad, pues ellas –en la mayoría de casos– defienden y protegen a mujeres y poblaciones que debería cuidar el Estado.
Atziri Ávila, coordinadora de la Red Nacional de Defensoras de Derechos Humanos, expuso que la mayoría de los ataques atentan contra la dignidad, el cuerpo o la familia de las defensoras y periodistas.
Informó a las expertas las cifras de agresiones que año con año van en incremento, pues de enero de 2011 a diciembre de 2013 hubo 104 atentados, en los que estuvieron involucrados 171 personas (56 mujeres y 115 hombres). Precisó que en el mismo periodo hubo 26 asesinatos de defensores, 11 contra mujeres activistas.
Imelda Marrufo Nava, dirigente de la Red Mesa de Mujeres de Ciudad Juárez, sostuvo ante Manjoo y Facio que el Mecanismo de Protección para Personas Defensoras de Derechos Humanos y Periodistas no ha generado los resultados esperados, y que en algunos casos se percibe como un “mecanismo de simulación”, por lo que las propias defensoras se han articulado contra la violencia.
Yunuhen Rangel Medina, coordinadora del Programa de Libertad de Expresión y Género de Comunicación e Información de la Mujer (CIMAC), y Elia Baltazar, integrante de la organización Periodistas de a Pie, expusieron las condiciones adversas en las que las informadoras realizan su trabajo.
Rangel Medina enfatizó que en los últimos 10 años las agresiones contra las periodistas se han incrementado de manera continua, registrándose más de 200 en contra de comunicadoras, de las cuales 11 corresponden a casos de feminicidio.
La abogada feminista Andrea Medina Rosas expuso la necesidad de crear medidas de protección específicas ante las campañas de difamación y desprestigio contra defensoras y periodistas, petición a la que no han respondido las autoridades en México.
Rashida Manjoo recordó que las formas de discriminación y violencia contra las mujeres no son ajenas a las defensoras de DH y periodistas, por lo que agradeció su labor, ya que sin ella muchas mujeres de grupos vulnerables estarían totalmente desprotegidas.
Alda Facio, también experta del Grupo de Trabajo de Naciones Unidas sobre la Discriminación contra la Mujer en la Legislación y en la Práctica, resaltó que para lograr los cambios que necesita la sociedad es indispensable la labor de las defensoras, quienes por derecho deben ser protegidas por el Estado y que lo que les suceda en el ejercicio de su labor también es responsabilidad, por acción directa u omisión, de las autoridades.