jueves, 15 de abril de 2010

Autoridades pretenden que niña víctima de abuso complete gestación


Luis Boffil y Javier Chávez, corresponsales
Periódico La Jornada
Jueves
15 de abril de 2010, p. 30
Mérida, Yuc., 14 de abril. El embarazo de la niña ASM, violada por su padrastro en la comunidad de Rovirosa, Quintana Roo, tiene 17 semanas y un aborto sería de alto riesgo, al igual que continuar con la gestación, pues el parto podía ocurrir a los cinco o seis meses, advirtieron voceros del sector salud de Yucatán que tuvieron acceso al expediente.
Aunque el Sistema Estatal para el Desarrollo Integral de la Familia (DIF) de Quintana Roo pretende que la niña no aborte, la directora de la dependencia, Lizbeth Gamboa Song, dijo hoy: Acataremos cualquier disposición del Ministerio Público que conoce del expediente, porque ellos son la autoridad y nosotros sólo somos coadyuvantes.
El lunes pasado ASM, quien cumplirá 11 años el 21 de abril, fue traída a Mérida por personal del DIF de Quintana Roo y sus familiares, y este miércoles retornó a Chetumal, informó Delfio Xool, vocero de la dependencia.
Como parte de su distracción, la niña fue llevada al parque zoológico del Centenario, en el poniente de Mérida.
Posteriormente fue conducida al hospital regional de alta especialidad, donde le practicaron una resonancia magnética de cuarta generación para evaluar la condición del feto y determinar si el embarazo puede ser o no riesgoso.
Los especialistas de Mérida citaron a la menor en 15 días para continuar los estudios. De acuerdo con su evolución, se podría determinar si aborta o continúa la gestación.
Una vez de regreso en Chetumal, la menor fue trasladada a la casa de asistencia temporal del Programa de Atención a Menores y Adolescentes en Riesgo, dependiente del DIF de Quintana Roo.
Lizbeth Gamboa Song, directora del DIF estatal, informó que a la paciente se le practicó un tercer ultrasonido en la clínica Mérida SA de CV, donde fue evaluada por el ginecólogo Juan Carlos Navarrete Jaimes, quien consideró que el estado de salud de la niña y del bebé es bueno, y prescribió ciertos cuidados que tendemos que tomar en consideración como institución para protegerla y continuar cumpliendo con lo que nos corresponde, añadió Gamboa Song.
La sicóloga, por escrito, nos ha referido que ella (la niña) es muy consciente de la situación física que atraviesa y conoce muy bien la parte previa a un embarazo. Sabe que le va a crecer el vientre, que en algún momento se le va a romper la fuente y por dónde va a nacer el bebé, añadió la funcionaria del DIF.
–¿Puede interrumpirse el embarazo a estas alturas, según los médicos? –se le preguntó en entrevista radiofónica.
–Corresponderá a la autoridad judicial y ministerial, dependiendo del estado del expediente, determinar lo que corresponda por ley. Lo que conozco es que se consideran 90 días como tiempo máximo para interrumpir el embarazo –respondió Gamboa Song.
La abogada Gabriela Rojo Castillo, presidenta de la Fundación Pro Mujer Quintana Roo AC, denunció que hace algunos días dialogó con la madre de la pequeña sobre la conveniencia de trasladarla al Instituto Nacional de Perinatología del Distrito Federal para que tuviera la opción de suspender el embarazo en las mejores condiciones de seguridad.
El Grupo Integral en Reproducción Elegida y la Fundación Simone de Beauvoir ofrecieron todo el apoyo para el traslado de la niña y su familia, incluidos los boletos de avión.
Casi habíamos convencido a la mamá, pero por arte de magia personal del DIF arribó el domingo por la noche a la comunidad de Rovirosa. Le dijeron a la madre que su hija tenía cita con el ginecólogo este lunes y que debía acompañarla (a Mérida), precisó la activista.