FEBRERO 20, 2014. Verónica Cruz.
Directora del Centro las libres de información en salud sexual región centro A.C.
La promoción de los derechos humanos de las mujeres -el acceso al derecho a una vida libre de violencia y el ejercicio de los derechos sexuales y reproductivos de las niñas, adolescentes y mujeres de áreas rural, urbana e indígena- es un trabajo que por 13 años el Centro Las Libres ha desarrollado en Guanajuato y en otros estados del país. Periodo en el que hemos construido diversas estrategias con las mismas mujeres de estas comunidades para encontrar alternativas de solución que ayuden a que estos derechos se vuelvan parte de su vida cotidiana.
Una primera experiencia desarrollada entre 2000 y 2006, fue documentar los casos de niñas y mujeres victimas de violencia sexual y crear una red de prestadores de servicios privados de las áreas de psicología, abogacía y médica para lograr que a estas niñas y mujeres las atendieran de forma gratuita, con calidad y de manera integral. Ello trajo consigo una masa crítica de mujeres víctimas y, al mismo tiempo, el involucramento de un sector de la sociedad para desarrollar un mecanismo de exigencia ciudadana y contar sus historias de forma ética a través de los medios de comunicación. Esto con un objetivo central: exigirle al gobierno estatal de Guanajuato que les garantice a las mujeres servicios de aborto seguro y legal en los casos de violación y un cambio en el imaginario social al solidarizarse con las victimas de violación y entender la necesidad de la interrupción legal del embarazo.
Una segunda experiencia ha sido construir una red amplia para que las mujeres victimas de violencia de género, a través de talleres y pláticas, conozcan sus derechos y aprendan a reconocer la violencia. Esto, junto con atención especializada, integral y gratuita que el Centro Las Libres les proporciona, han hecho que ellas logren salir de ese círculo de la violencia y, a su vez, dan el paso para ser las mejores acompañantes de otras mujeres que viven violencia sea apoyándolas a denunciar, siendo testigos, ayudándolas económicamente, etcétera.
Hoy esta experiencia de mujeres acompañando a otras mujeres para el acceso a la justicia ha permitido impulsar la creación de una clínica jurídica de derechos humanos de las mujeres cuyo objetivo es que tanto alumnas de Derecho, como mujeres comunes e instituciones del Estado impulsen el acceso a la justicia vía la garantía de una defensa adecuada, especializada y con perspectiva de género para que las instancias de procuración y administración de justicia se obliguen a garantizarle a las mujeres una vida libre de violencia.
Una tercera experiencia tiene que ver con la eliminación del estigma social alrededor del tema del aborto, así como la construcción del derecho a decidir sobre el propio cuerpo desde la vida cotidiana de las mujeres. La creación de redes de acompañamiento para el acceso a un aborto seguro es una de las experiencias exitosas que han logrado conjuntar el avance científico, el acceso a la información médica, la perspectiva ética y laica del ejercicio libre de la maternidad para ir despenalizando socialmente el aborto. La reproducción de estas redes de acompañamiento asegura que cada mujer que viva la experiencia sea una opción de vida y un testimonio vivo de lo que las mujeres son: personas con derechos, capaces de tomar decisiones éticas como cualquier otro ser humano.
La criminalización y los casos de mujeres encarceladas por delitos relacionados con el aborto dan cuenta de que la sociedad y el Estado tienen un retraso social y jurídico en materia de derechos humanos de las mujeres. Si hoy hay personas que siguen considerando que las mujeres que inclusive tienen abortos espontáneos deben estar en la cárcel o que exista aún la violencia contra las mujeres como mecanismo de control y abuso de poder, nos dice cuan poco civilizada es la sociedad mexicana.
En esta línea, en el año 2008, conocimos la historia de nueve mujeres criminalizadas por homicidio en razón de parentesco en agravio de un producto en gestación en las cárceles de Guanajuato. Sus sentencias llegaban hasta 35 años en prisión, en buena medida por el hecho de ser mujeres, pobres, de área rural marginada, sin acceso a educación y servicios de salud de calidad y haber sido madres adolescentes. Otro rasgo común a estos casos es que los policías ministeriales, agentes del ministerio público, defensores de oficio, jueces y magistrados que dijeron que ellas eran culpables bien a bien nunca supieron si ellas querían o no ser madres, si ellas algún día les paso la idea de abortar o no, si ellas sufrieron por la pérdida del supuesto hijo, lo que todos sintieron fue una profunda afectación por el honor masculino.
En efecto, otra característica de la mayoría de estos casos es que ellas habían tenido una relación sexual fuera del matrimonio y tal como dijo la presidenta del tribunal de justicia: eso en esa zona de Guanajuato es muy penado. Después de 10 años de estar en prisión, de vivir el abandono de sus familias y creer que su vida en la cárcel era la única opción, el 7 de septiembre del 2010 fueron liberadas gracias a una reforma legislativa que disminuyo la penalidad para éstos casos. Lo único que el gobierno les concedió fue un reconocimiento a las penas excesivas, y eso porque la presión social y mediática alcanzó una dimensión inimaginable en un tema que normalmente se tiende a callar, silenciar, para conservar una sola visión. Una que considera que todas las mujeres son felices siendo madres porque se cree que ese sigue siendo el mandato social más importante para ellas, sin importar cual sea su deseo.
Por lo anterior conocimos los casos de Virginia, una indígena tlapaneca, y el de Adriana, una indígena Mepha. Ambas del estado de Guerrero, cuyos casos tenían las mismas características que los de Guanajuato. Pero con dos agravantes más: ser indígenas y no hablar español en el momento de su juicio. Virginia está fuera de la cárcel desde el 2011 y Adriana desde el 22 de enero de este año, gracias a que la Suprema Corte le concedió un amparo liso y llano después de que estuvo en la cárcel 7 años, 9 meses y 3 días. La Corte reconoció la falta de un traductor, un debido proceso y una defensa adecuada, poniendo en el centro del debate nacional que ser mujer, ser indígena y ser pobre siguen siendo factores para una triple discriminación. A menos que como mujer tengas la suerte de que dos elementos se conjunten en pro de tu defensa: una organización de defensa de los derechos humanos de las mujeres y una clínica jurídica de interés público. En efecto, Centro Las Libres y la Clínica del CIDE han logrado conjuntar lo mejor de sí para construir el acceso a la justicia a las mujeres con escasos recursos de vida, económicos y sociales sólo por haber nacido en el lado de la marginación. Una tarea no sencilla, en un país como México.
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viernes, 21 de febrero de 2014
jueves, 13 de febrero de 2014
¿Qué es el amor? Respuestas desde la biología*
De: Dr. Ignacio Camacho-Arroyo
Investigador de la Facultad de Química de la UNAM en el área de neuroendocrinología
Quizá es el tema más constante en la literatura, el cine y el arte en general, y el sentimiento más deseado en nuestras vidas. Todos alguna vez lo hemos sentido, gozado y sufrido pero ¿cómo lo entiende la ciencia?
Con amor para Dalia y Diego Bernardo
El amor ha dejado de ser exclusivo de los artistas, los filósofos y los enamorados y ha pasado a ser un tema de interés científico dada su importancia en la vida del ser humano. Aunque cada uno de nosotros puede tener su propia definición del amor, desde el punto de vista biológico se le ha caracterizado como un fenómeno integral que involucra nuestro cerebro y nuestros órganos productores de hormonas, como la hipófisis y la glándula adrenal. En el amor participan varios mensajeros químicos que proporcionan una gama de sensaciones que van desde el placer, la euforia, la confianza y la seguridad, hasta la ansiedad, la obsesión y la depresión. Es un fenómeno que incluye patrones conductuales, cognitivos y emocionales característicos.
Todas estas sensaciones y conductas complejas que se viven en el amor han llevado a los investigadores a estudiar cada uno de sus componentes y conocer de este modo las bases biológicas que lo sustentan. Por ejemplo, hay investigaciones que indagan sobre las regiones cerebrales que participan en el enamoramiento, mientras que otras, a través de experimentos de genética molecular, tratan de conocer las bases de los lazos afectivos y las interacciones sociales.
Desde el punto de vista biológico, podemos distinguir básicamente dos tipos de amor: el amor de pareja o romántico y el amor filial (maternal o paternal). Ambos son fundamentales para la supervivencia de nuestra especie, ya que el primero en términos generales lleva a la reproducción, mientras que el segundo permite que las crías reciban los cuidados adecuados para su desarrollo. Recordemos que en la especie humana (así como en los otros primates), las crías requieren de los cuidados de la madre o el padre por un tiempo considerable. Se ha establecido además que el amor de pareja genera seguridad y confianza, lo que asegura protección en situaciones cambiantes en el entorno. Así, el significado biológico del amor se encuentra en la perpetuación y supervivencia de nuestra especie.
Mariposas en el estómago
La primera fase de una relación amorosa es el enamoramiento, el cual es transitorio, dominado por procesos de atracción y que inicia por la percepción y el consecuente placer producido por la estimulación de nuestros sentidos. Antiguamente el estímulo más importante (quizá lo siga siendo) en una relación amorosa, y que generó por mucho tiempo la frase "amor a primera vista", era justamente la vista, dada la importancia que ha adquirido para nosotros este sentido a lo largo de la evolución, sin hacer menos la estimulación del oído, el olfato, el gusto y el tacto. Sin embargo, en estos tiempos modernos los avances en la comunicación han hecho que muchas veces el primer contacto entre dos personas sea virtual, a través del correo electrónico o las redes sociales, y que sin tener una estimulación olfativa, auditiva o incluso visual se pueda desencadenar el enamoramiento.
Durante el enamoramiento ocurren cambios fisiológicos impresionantes en nuestro organismo. Se modifica la producción de hormonas (mensajeros químicos secretados por una glándula y con efectos distintos sobre la mente y el cuerpo), cambia de manera notable nuestro estado de ánimo e incluso se llega a tener una percepción diferente de la realidad.
Se ha encontrado que en los primeros meses de enamoramiento hay un aumento en los niveles de cortisol, una hormona esteroide relacionada con el estrés. Además, en el hombre disminuye la producción de testosterona, una hormona sexual que es más abundante en el hombre que en la mujer (ver ¿Cómo ves? No. 134), mientras que en la mujer aumenta, lo cual hace que el hombre modifique un poco su conducta y se muestre más tranquilo, mientras que la mujer puede estar más alerta o incluso agresiva.
Se sabe que los enamorados presentan estados de ansiedad y estrés moderados que se manifiestan a través de un aumento en la sudoración, la presión arterial, el ritmo cardiaco y en los movimientos peristálticos intestinales (las famosas "mariposas en el estómago"). Mientras estos cambios fisiológicos sean moderados, el enamoramiento es benéfico para la salud: es un estado muy motivador, inspirador y reconfortante que mantiene a la gente alerta y optimista. Se sabe que a la larga, después de esta etapa incierta que es el enamoramiento, el amor reduce el estrés.
Enamoramiento virtual
El impacto de los medios de comunicación electrónica vía Internet ha sido tan grande que ha modificado nuestras vidas en muchos ámbitos, incluido el emocional. Así, a través de las redes sociales y de páginas comerciales dedicadas a que encontremos a nuestra "pareja ideal", nos podemos enamorar de alguien a quien jamás hayamos visto ni escuchado, sin haber percibido su olor o tocado su piel. En los inicios de este tipo de comunicación, el principal vínculo consistía en los sentimientos expresados por las ideas y gustos de nuestra contraparte virtual; actualmente podemos contar con una estimulación visual (aunque no siempre sea el primer estímulo como ocurre la mayoría de las veces en un entorno real), dado que en muchos sitios de Internet se pueden desplegar imágenes, o incluso auditiva si se cuenta con los dispositivos electrónicos para tal fin.
¿Con todo mi corazón?
A pesar de lo romántico que suena decir o que nos digan "te amo con todo mi corazón", todos nuestros pensamientos, sentimientos y sueños provienen de la actividad cerebral. Existe en nuestro cerebro un sistema de comunicación, conformado por diferentes estructuras interconectadas, que se conoce como sistema límbico, y es el que permite experimentar toda la gama de emociones que se presentan en nuestra vida.
Se sabe que existen algunas regiones cerebrales que están involucradas tanto en el amor maternal como en el amor de pareja. De hecho, se ha propuesto que ambos tienen orígenes evolutivos similares y se manifiestan a través de mecanismos celulares análogos. Así, en experimentos en donde se realizan análisis de imágenes del cerebro mediante técnicas como la resonancia magnética funcional, se ha visto que la presentación de fotografías de un hijo a una madre o del ser amado a la pareja enamorada, activa regiones similares del sistema límbico, aunque hay otras estructuras exclusivas para cada tipo de amor. Por ejemplo, las estructuras relacionadas con el deseo sexual, como el hipotálamo (región cerebral encargada de muchas funciones, entre ellas la conducta sexual), sólo se activan en el caso del amor de pareja.
En sujetos muy enamorados, la presentación de fotografías de la persona amada activa regiones del cerebro relacionadas con emociones positivas, que causan bienestar, como la ínsula, la corteza del cíngulo y los núcleos caudado y putamen. Al mismo tiempo se inactivan otras regiones cerebrales, como la amígdala y la corteza cerebral frontal y prefrontal, que se asocian al miedo, la tristeza y al establecimiento de un juicio crítico de la conducta y las intenciones de las otras personas. Esto parece relacionarse con el hecho de que cuando estamos enamorados todo o casi todo nos parece ideal en nuestra pareja; podemos entonces entender por qué se dice que "el amor es ciego".
Las moléculas del amor
Dada la gama de sensaciones que involucra el fenómeno del amor, no cabe pensar que exista "la molécula del amor"; sin embargo, sí hay sustancias íntimamente ligadas a los estados emocionales que se presentan en el amor romántico y en la conducta maternal, además de ser fundamentales en el establecimiento de los lazos afectivos entre los individuos. Estas sustancias son algunas hormonas como la vasopresina y la oxitocina, neurotransmisores (moléculas encargadas de la comunicación entre las neuronas) como la dopamina y la serotonina, y los opiáceos endógenos —moléculas producidas en nuestro cerebro relacionadas con las sensaciones de placer y la disminución del dolor— como las endorfinas y las encefalinas.
La vasopresina y la oxitocina son péptidos, esto es, sustancias formadas por aminoácidos, que son los componentes de las proteínas. Están constituidos por nueve aminoácidos que se producen principalmente en el hipotálamo y que tienen acciones vitales y diversas en nuestro organismo. Por ejemplo, la vasopresina, también llamada hormona antidiurética, participa en la regulación del contenido de agua de nuestro cuerpo, mientras que la oxitocina es esencial para el trabajo de parto y la lactancia. Además de estas funciones, se ha encontrado que ambas participan en el despliegue de conductas sociales, el establecimiento y el mantenimiento de los lazos entre la madre y su cría, y entre las parejas.
En varias especies de mamíferos, incluido el ser humano, se ha descubierto que la oxitocina se libera durante el trabajo de parto y la lactancia, lo cual es importante para el establecimiento de la relación madre-hijo. La administración intracerebral de oxitocina a ovejas hembra las induce a cuidar crías ajenas y tener conducta maternal. También se ha encontrado que durante el coito hay un incremento en la secreción de oxitocina y vasopresina, lo cual afianza el vínculo entre las parejas. En ratones de pradera se ha demostrado que la vasopresina estimula la conducta paternal, el mantenimiento de los lazos entre las parejas y las conductas monógamas.
En el caso de la serotonina, la dopamina y las encefalinas, se sabe que participan en la generación y reforzamiento de muchas de las emociones que se presentan durante las relaciones amorosas a través de su acción en las estructuras cerebrales relacionadas con el placer y las sensaciones de recompensa. Se sabe también que estos mensajeros químicos pueden regular la producción y los efectos de la oxitocina y la vasopresina. Si existen moléculas involucradas en el amor, entonces ¿podríamos elaborar pociones de amor o tener la cura para el mal de amores? A pesar de la gran tradición herbolaria de distintos países, incluyendo el nuestro, y el avance en la síntesis de compuestos orgánicos, aún no existen pociones mágicas para que la persona que nos interese se enamore de nosotros. Es necesario también recordar que la oxitocina, la vasopresina y demás moléculas mencionadas, participan en la regulación de muchas funciones y no solamente en el mantenimiento de los lazos sentimentales, por lo que su administración puede llegar a tener efectos colaterales importantes en nuestro organismo.
Desde algunos años se han comercializado perfumes que contienen oxitocina o feromonas sintéticas, ya sea masculinas o femeninas, que supuestamente pueden atraer al sexo opuesto. (ver ¿Cómo ves? No. 88). Las feromonas son sustancias volátiles que producimos en glándulas de la piel, como las sudoríparas, y que estimulan el sistema olfativo. Aunque estas moléculas activan una región en la nariz llamada órgano vomeronasal y en condiciones de laboratorio se ha encontrado que producen diferentes respuestas fisiológicas en el ser humano —entre ellas cambios en la respiración, en la frecuencia cardiaca y en los niveles de hormonas como las gonadotropinas y la testosterona—, se desconoce si tienen efectos fuera del ámbito experimental y obviamente no estarían específicamente dirigidas hacia alguna persona en particular, de manera que si nos llenamos de estas feromonas podríamos correr el riesgo de atraer a la persona equivocada. Dadas las diferentes sensaciones de placer que provoca el amor —que incluso pueden generar ciertas conductas adictivas—, cuando sufrimos alguna decepción o "terminan" con nosotros, se produce una ausencia de todas estas sensaciones positivas, placenteras y reconfortantes, lo que nos lleva al "mal de amores": nuestra salud se deteriora debido a un estrés crónico; hay confusión y se pueden alcanzar estados significativos de depresión. Si esto llegara a ocurrir, se requerirá asistencia psicológica o psiquiátrica y en casos graves el uso de fármacos antidepresivos, muchos de los cuales aumentan los niveles de serotonina. Aunque según los expertos en amores, el mejor remedio ante una ruptura es pasar por un periodo de duelo por la pérdida del ser querido y después… enamorarse de nuevo.
Infidelidad y genes
En el amor romántico uno de los componentes que en general es determinante para mantener una relación de pareja es la fidelidad, que en la mayoría de las sociedades se refiere a tener una sola pareja sexual al mismo tiempo. Además de todos los factores sociales que pueden influir en el establecimiento de vínculos con una o más parejas al mismo tiempo, los científicos se han preguntado si existe alguna base biológica de la fidelidad y al parecer la respuesta podría ser positiva
Existen roedores de especies muy cercanas del mismo género (Microtus) que se han establecido en diferentes hábitats, por ejemplo en la pradera y en la montaña, que muestran conductas monógamas o polígamas muy evidentes. Estas especies presentan diferencias en la concentración y la distribución de los receptores para vasopresina en el cerebro; los receptores son proteínas que se unen a los mensajeros químicos, como hormonas o neurotransmisores, para que puedan llevar a cabo sus efectos en la célula. Se ha visto que el gen del receptor para vasopresina presenta variantes entre una especie y otra. En experimentos de biología molecular en los que en etapas muy tempranas del desarrollo embrionario se transfiere el gen de la especie monógama a la especie polígama, esta última despliega conductas monógamas en la etapa adulta.
Estos experimentos motivaron a un grupo de investigadores suecos y de Estados Unidos, encabezado por Hasse Walum del Instituto Karolinska en Suecia, a estudiar en el ser humano la relación entre las variantes del gen del receptor para vasopresina, denominado AVPR1A, y los lazos de pareja. En 2008 se publicaron en la revista Proceedings of the National Academy of Sciences los resultados de la investigación: se encontró una asociación entre las variantes de ese gen en varones y los lazos afectivos con su pareja, demostrándose que hombres suecos con una particular variante del gen presentaban mayor probabilidad de mantenerse solteros o bien, si estaban casados, de presentar problemas conyugales debido a débiles lazos de unión con su pareja y al establecimiento de relaciones sexuales extramaritales. No se han caracterizado las variantes del gen del receptor para vasopresina en otras poblaciones, por lo que se desconoce si dichas variantes son exclusivas de poblaciones nórdicas.
Aunque se ha llegado a especular que para encontrar la pareja ideal, o al menos una pareja fiel, en un futuro bastaría con un estudio de los genes que participan en nuestras conductas sociales —como los receptores para vasopresina, oxitocina o dopamina—, y así determinar si el hombre o la mujer tienen cierta predisposición a tener más de una pareja al mismo tiempo, el asunto no es tan simple. El hecho, por ejemplo, de contar con una variante en particular del gen del receptor para vasopresina, o de algún otro gen involucrado en los lazos afectivos y las relaciones sociales, no necesariamente determinará una conducta monógama o polígama; nuestras características y conductas son el resultado de la interacción de nuestros genes con el medio ambiente y hay muchos factores medioambientales que modulan las relaciones de pareja.
Para siempre… o no
Una de las preguntas más recurrentes y todavía sin respuesta, es cuánto dura el amor y si éste puede ser para siempre. Diversos grupos de psicólogos y psiquiatras han especulado que el enamoramiento dura unos cuantos meses y después se pasa a un estado más consciente y crítico de la realidad, en el cual se empiezan a valorar las distintas características de la pareja; es entonces cuando en teoría podemos definir si la relación que tenemos es realmente confiable, placentera y reconfortante.
El tiempo en que se pasa de una etapa a otra y en el que se mantiene la segunda, que es lo más difícil, depende de muchos factores; entre ellos se han destacado los procesos de memoria y aprendizaje y la adaptación de nuestros sistemas sensoriales. Se ha propuesto que en una relación que recién inicia, hay una gran cantidad de estímulos y situaciones novedosas que causan en la otra persona interés, placer y una buena dosis de aprendizaje. Pero después de cierto tiempo, los estímulos dejan de ser novedosos, el aprendizaje disminuye y se establecen pautas conductuales rutinarias que ya no despiertan el interés y la motivación iniciales. Por lo anterior, se dice que el secreto está en variar las actividades y conductas que se presentan en una relación de pareja.
Muchas veces una relación amorosa conduce al matrimonio y a la vida compartida, en la que nuevamente hay situaciones que generan procesos de aprendizaje. Cuando estos procesos están por agotarse, a menudo sobreviene el nacimiento de los hijos, lo que posiblemente provoca los cambios más dramáticos y permanentes en términos conductuales y de aprendizaje en la vida de un adulto. Sin embargo, en general, después de algunos años se llega a situaciones en las que ya no hay placer ni aprendizaje en la relación de pareja; por ello se ha dicho que si hay interés de ambas partes, cualquier relación amorosa se debe alimentar y reinventar constantemente. En los últimos años varios grupos de psicólogos han descubierto que entre los ingredientes que dan mayor solidez a una relación de pareja por un tiempo considerable son la comunicación, el compromiso, la confianza, la intimidad y la celebración de los momentos importantes para uno de los miembros de la misma, más que el apoyo en situaciones desfavorables. De manera que si quieres permanecer con tu pareja, no dudes en festejar con ella los momentos felices.
Más información
•Fisher, Helen, Por qué amamos: naturaleza y química del amor romántico, Ediciones Taurus, México, 2004.
•Golombek, Diego, Sexo, drogas y biología y un poco de rock and roll, Siglo XXI Editores, Argentina, 2007.
•www.eduardpunset.es/427/charlascon/ la-quimica-del-amor
Conocimiento integral
Dada la importancia del amor tanto maternal o paternal como el de pareja o romántico en la perpetuación y el mantenimiento de los seres humanos y en los diferentes ámbitos de nuestra vida (por ejemplo, se sabe que los trabajadores que tienen una relación amorosa satisfactoria tienen un mejor rendimiento laboral), resulta imprescindible un acercamiento científico a este fenómeno desde distintas áreas del conocimiento. Esto nos permitirá no solo conocer de manera integral los procesos que experimentamos cuando amamos, nos aman, dejamos de amar o ya no somos amados, sino conocer más acerca de cada uno de los componentes del amor, su importancia evolutiva, las regiones cerebrales y mensajeros químicos que participan en el mismo, la forma en que el cerebro organiza el despliegue de muy diversas conductas y los mecanismos moleculares que llevan a que se experimenten las distintas emociones.
http://www.comoves.unam.mx/numeros/articulo/147/que-es-el-amor-respuestas-desde-la-biologia
Investigador de la Facultad de Química de la UNAM en el área de neuroendocrinología
Quizá es el tema más constante en la literatura, el cine y el arte en general, y el sentimiento más deseado en nuestras vidas. Todos alguna vez lo hemos sentido, gozado y sufrido pero ¿cómo lo entiende la ciencia?
Con amor para Dalia y Diego Bernardo
El amor ha dejado de ser exclusivo de los artistas, los filósofos y los enamorados y ha pasado a ser un tema de interés científico dada su importancia en la vida del ser humano. Aunque cada uno de nosotros puede tener su propia definición del amor, desde el punto de vista biológico se le ha caracterizado como un fenómeno integral que involucra nuestro cerebro y nuestros órganos productores de hormonas, como la hipófisis y la glándula adrenal. En el amor participan varios mensajeros químicos que proporcionan una gama de sensaciones que van desde el placer, la euforia, la confianza y la seguridad, hasta la ansiedad, la obsesión y la depresión. Es un fenómeno que incluye patrones conductuales, cognitivos y emocionales característicos.
Todas estas sensaciones y conductas complejas que se viven en el amor han llevado a los investigadores a estudiar cada uno de sus componentes y conocer de este modo las bases biológicas que lo sustentan. Por ejemplo, hay investigaciones que indagan sobre las regiones cerebrales que participan en el enamoramiento, mientras que otras, a través de experimentos de genética molecular, tratan de conocer las bases de los lazos afectivos y las interacciones sociales.
Desde el punto de vista biológico, podemos distinguir básicamente dos tipos de amor: el amor de pareja o romántico y el amor filial (maternal o paternal). Ambos son fundamentales para la supervivencia de nuestra especie, ya que el primero en términos generales lleva a la reproducción, mientras que el segundo permite que las crías reciban los cuidados adecuados para su desarrollo. Recordemos que en la especie humana (así como en los otros primates), las crías requieren de los cuidados de la madre o el padre por un tiempo considerable. Se ha establecido además que el amor de pareja genera seguridad y confianza, lo que asegura protección en situaciones cambiantes en el entorno. Así, el significado biológico del amor se encuentra en la perpetuación y supervivencia de nuestra especie.
Mariposas en el estómago
La primera fase de una relación amorosa es el enamoramiento, el cual es transitorio, dominado por procesos de atracción y que inicia por la percepción y el consecuente placer producido por la estimulación de nuestros sentidos. Antiguamente el estímulo más importante (quizá lo siga siendo) en una relación amorosa, y que generó por mucho tiempo la frase "amor a primera vista", era justamente la vista, dada la importancia que ha adquirido para nosotros este sentido a lo largo de la evolución, sin hacer menos la estimulación del oído, el olfato, el gusto y el tacto. Sin embargo, en estos tiempos modernos los avances en la comunicación han hecho que muchas veces el primer contacto entre dos personas sea virtual, a través del correo electrónico o las redes sociales, y que sin tener una estimulación olfativa, auditiva o incluso visual se pueda desencadenar el enamoramiento.
Durante el enamoramiento ocurren cambios fisiológicos impresionantes en nuestro organismo. Se modifica la producción de hormonas (mensajeros químicos secretados por una glándula y con efectos distintos sobre la mente y el cuerpo), cambia de manera notable nuestro estado de ánimo e incluso se llega a tener una percepción diferente de la realidad.
Se ha encontrado que en los primeros meses de enamoramiento hay un aumento en los niveles de cortisol, una hormona esteroide relacionada con el estrés. Además, en el hombre disminuye la producción de testosterona, una hormona sexual que es más abundante en el hombre que en la mujer (ver ¿Cómo ves? No. 134), mientras que en la mujer aumenta, lo cual hace que el hombre modifique un poco su conducta y se muestre más tranquilo, mientras que la mujer puede estar más alerta o incluso agresiva.
Se sabe que los enamorados presentan estados de ansiedad y estrés moderados que se manifiestan a través de un aumento en la sudoración, la presión arterial, el ritmo cardiaco y en los movimientos peristálticos intestinales (las famosas "mariposas en el estómago"). Mientras estos cambios fisiológicos sean moderados, el enamoramiento es benéfico para la salud: es un estado muy motivador, inspirador y reconfortante que mantiene a la gente alerta y optimista. Se sabe que a la larga, después de esta etapa incierta que es el enamoramiento, el amor reduce el estrés.
Enamoramiento virtual
El impacto de los medios de comunicación electrónica vía Internet ha sido tan grande que ha modificado nuestras vidas en muchos ámbitos, incluido el emocional. Así, a través de las redes sociales y de páginas comerciales dedicadas a que encontremos a nuestra "pareja ideal", nos podemos enamorar de alguien a quien jamás hayamos visto ni escuchado, sin haber percibido su olor o tocado su piel. En los inicios de este tipo de comunicación, el principal vínculo consistía en los sentimientos expresados por las ideas y gustos de nuestra contraparte virtual; actualmente podemos contar con una estimulación visual (aunque no siempre sea el primer estímulo como ocurre la mayoría de las veces en un entorno real), dado que en muchos sitios de Internet se pueden desplegar imágenes, o incluso auditiva si se cuenta con los dispositivos electrónicos para tal fin.
¿Con todo mi corazón?
A pesar de lo romántico que suena decir o que nos digan "te amo con todo mi corazón", todos nuestros pensamientos, sentimientos y sueños provienen de la actividad cerebral. Existe en nuestro cerebro un sistema de comunicación, conformado por diferentes estructuras interconectadas, que se conoce como sistema límbico, y es el que permite experimentar toda la gama de emociones que se presentan en nuestra vida.
Se sabe que existen algunas regiones cerebrales que están involucradas tanto en el amor maternal como en el amor de pareja. De hecho, se ha propuesto que ambos tienen orígenes evolutivos similares y se manifiestan a través de mecanismos celulares análogos. Así, en experimentos en donde se realizan análisis de imágenes del cerebro mediante técnicas como la resonancia magnética funcional, se ha visto que la presentación de fotografías de un hijo a una madre o del ser amado a la pareja enamorada, activa regiones similares del sistema límbico, aunque hay otras estructuras exclusivas para cada tipo de amor. Por ejemplo, las estructuras relacionadas con el deseo sexual, como el hipotálamo (región cerebral encargada de muchas funciones, entre ellas la conducta sexual), sólo se activan en el caso del amor de pareja.
En sujetos muy enamorados, la presentación de fotografías de la persona amada activa regiones del cerebro relacionadas con emociones positivas, que causan bienestar, como la ínsula, la corteza del cíngulo y los núcleos caudado y putamen. Al mismo tiempo se inactivan otras regiones cerebrales, como la amígdala y la corteza cerebral frontal y prefrontal, que se asocian al miedo, la tristeza y al establecimiento de un juicio crítico de la conducta y las intenciones de las otras personas. Esto parece relacionarse con el hecho de que cuando estamos enamorados todo o casi todo nos parece ideal en nuestra pareja; podemos entonces entender por qué se dice que "el amor es ciego".
Las moléculas del amor
Dada la gama de sensaciones que involucra el fenómeno del amor, no cabe pensar que exista "la molécula del amor"; sin embargo, sí hay sustancias íntimamente ligadas a los estados emocionales que se presentan en el amor romántico y en la conducta maternal, además de ser fundamentales en el establecimiento de los lazos afectivos entre los individuos. Estas sustancias son algunas hormonas como la vasopresina y la oxitocina, neurotransmisores (moléculas encargadas de la comunicación entre las neuronas) como la dopamina y la serotonina, y los opiáceos endógenos —moléculas producidas en nuestro cerebro relacionadas con las sensaciones de placer y la disminución del dolor— como las endorfinas y las encefalinas.
La vasopresina y la oxitocina son péptidos, esto es, sustancias formadas por aminoácidos, que son los componentes de las proteínas. Están constituidos por nueve aminoácidos que se producen principalmente en el hipotálamo y que tienen acciones vitales y diversas en nuestro organismo. Por ejemplo, la vasopresina, también llamada hormona antidiurética, participa en la regulación del contenido de agua de nuestro cuerpo, mientras que la oxitocina es esencial para el trabajo de parto y la lactancia. Además de estas funciones, se ha encontrado que ambas participan en el despliegue de conductas sociales, el establecimiento y el mantenimiento de los lazos entre la madre y su cría, y entre las parejas.
En varias especies de mamíferos, incluido el ser humano, se ha descubierto que la oxitocina se libera durante el trabajo de parto y la lactancia, lo cual es importante para el establecimiento de la relación madre-hijo. La administración intracerebral de oxitocina a ovejas hembra las induce a cuidar crías ajenas y tener conducta maternal. También se ha encontrado que durante el coito hay un incremento en la secreción de oxitocina y vasopresina, lo cual afianza el vínculo entre las parejas. En ratones de pradera se ha demostrado que la vasopresina estimula la conducta paternal, el mantenimiento de los lazos entre las parejas y las conductas monógamas.
En el caso de la serotonina, la dopamina y las encefalinas, se sabe que participan en la generación y reforzamiento de muchas de las emociones que se presentan durante las relaciones amorosas a través de su acción en las estructuras cerebrales relacionadas con el placer y las sensaciones de recompensa. Se sabe también que estos mensajeros químicos pueden regular la producción y los efectos de la oxitocina y la vasopresina. Si existen moléculas involucradas en el amor, entonces ¿podríamos elaborar pociones de amor o tener la cura para el mal de amores? A pesar de la gran tradición herbolaria de distintos países, incluyendo el nuestro, y el avance en la síntesis de compuestos orgánicos, aún no existen pociones mágicas para que la persona que nos interese se enamore de nosotros. Es necesario también recordar que la oxitocina, la vasopresina y demás moléculas mencionadas, participan en la regulación de muchas funciones y no solamente en el mantenimiento de los lazos sentimentales, por lo que su administración puede llegar a tener efectos colaterales importantes en nuestro organismo.
Desde algunos años se han comercializado perfumes que contienen oxitocina o feromonas sintéticas, ya sea masculinas o femeninas, que supuestamente pueden atraer al sexo opuesto. (ver ¿Cómo ves? No. 88). Las feromonas son sustancias volátiles que producimos en glándulas de la piel, como las sudoríparas, y que estimulan el sistema olfativo. Aunque estas moléculas activan una región en la nariz llamada órgano vomeronasal y en condiciones de laboratorio se ha encontrado que producen diferentes respuestas fisiológicas en el ser humano —entre ellas cambios en la respiración, en la frecuencia cardiaca y en los niveles de hormonas como las gonadotropinas y la testosterona—, se desconoce si tienen efectos fuera del ámbito experimental y obviamente no estarían específicamente dirigidas hacia alguna persona en particular, de manera que si nos llenamos de estas feromonas podríamos correr el riesgo de atraer a la persona equivocada. Dadas las diferentes sensaciones de placer que provoca el amor —que incluso pueden generar ciertas conductas adictivas—, cuando sufrimos alguna decepción o "terminan" con nosotros, se produce una ausencia de todas estas sensaciones positivas, placenteras y reconfortantes, lo que nos lleva al "mal de amores": nuestra salud se deteriora debido a un estrés crónico; hay confusión y se pueden alcanzar estados significativos de depresión. Si esto llegara a ocurrir, se requerirá asistencia psicológica o psiquiátrica y en casos graves el uso de fármacos antidepresivos, muchos de los cuales aumentan los niveles de serotonina. Aunque según los expertos en amores, el mejor remedio ante una ruptura es pasar por un periodo de duelo por la pérdida del ser querido y después… enamorarse de nuevo.
Infidelidad y genes
En el amor romántico uno de los componentes que en general es determinante para mantener una relación de pareja es la fidelidad, que en la mayoría de las sociedades se refiere a tener una sola pareja sexual al mismo tiempo. Además de todos los factores sociales que pueden influir en el establecimiento de vínculos con una o más parejas al mismo tiempo, los científicos se han preguntado si existe alguna base biológica de la fidelidad y al parecer la respuesta podría ser positiva
Existen roedores de especies muy cercanas del mismo género (Microtus) que se han establecido en diferentes hábitats, por ejemplo en la pradera y en la montaña, que muestran conductas monógamas o polígamas muy evidentes. Estas especies presentan diferencias en la concentración y la distribución de los receptores para vasopresina en el cerebro; los receptores son proteínas que se unen a los mensajeros químicos, como hormonas o neurotransmisores, para que puedan llevar a cabo sus efectos en la célula. Se ha visto que el gen del receptor para vasopresina presenta variantes entre una especie y otra. En experimentos de biología molecular en los que en etapas muy tempranas del desarrollo embrionario se transfiere el gen de la especie monógama a la especie polígama, esta última despliega conductas monógamas en la etapa adulta.
Estos experimentos motivaron a un grupo de investigadores suecos y de Estados Unidos, encabezado por Hasse Walum del Instituto Karolinska en Suecia, a estudiar en el ser humano la relación entre las variantes del gen del receptor para vasopresina, denominado AVPR1A, y los lazos de pareja. En 2008 se publicaron en la revista Proceedings of the National Academy of Sciences los resultados de la investigación: se encontró una asociación entre las variantes de ese gen en varones y los lazos afectivos con su pareja, demostrándose que hombres suecos con una particular variante del gen presentaban mayor probabilidad de mantenerse solteros o bien, si estaban casados, de presentar problemas conyugales debido a débiles lazos de unión con su pareja y al establecimiento de relaciones sexuales extramaritales. No se han caracterizado las variantes del gen del receptor para vasopresina en otras poblaciones, por lo que se desconoce si dichas variantes son exclusivas de poblaciones nórdicas.
Aunque se ha llegado a especular que para encontrar la pareja ideal, o al menos una pareja fiel, en un futuro bastaría con un estudio de los genes que participan en nuestras conductas sociales —como los receptores para vasopresina, oxitocina o dopamina—, y así determinar si el hombre o la mujer tienen cierta predisposición a tener más de una pareja al mismo tiempo, el asunto no es tan simple. El hecho, por ejemplo, de contar con una variante en particular del gen del receptor para vasopresina, o de algún otro gen involucrado en los lazos afectivos y las relaciones sociales, no necesariamente determinará una conducta monógama o polígama; nuestras características y conductas son el resultado de la interacción de nuestros genes con el medio ambiente y hay muchos factores medioambientales que modulan las relaciones de pareja.
Para siempre… o no
Una de las preguntas más recurrentes y todavía sin respuesta, es cuánto dura el amor y si éste puede ser para siempre. Diversos grupos de psicólogos y psiquiatras han especulado que el enamoramiento dura unos cuantos meses y después se pasa a un estado más consciente y crítico de la realidad, en el cual se empiezan a valorar las distintas características de la pareja; es entonces cuando en teoría podemos definir si la relación que tenemos es realmente confiable, placentera y reconfortante.
El tiempo en que se pasa de una etapa a otra y en el que se mantiene la segunda, que es lo más difícil, depende de muchos factores; entre ellos se han destacado los procesos de memoria y aprendizaje y la adaptación de nuestros sistemas sensoriales. Se ha propuesto que en una relación que recién inicia, hay una gran cantidad de estímulos y situaciones novedosas que causan en la otra persona interés, placer y una buena dosis de aprendizaje. Pero después de cierto tiempo, los estímulos dejan de ser novedosos, el aprendizaje disminuye y se establecen pautas conductuales rutinarias que ya no despiertan el interés y la motivación iniciales. Por lo anterior, se dice que el secreto está en variar las actividades y conductas que se presentan en una relación de pareja.
Muchas veces una relación amorosa conduce al matrimonio y a la vida compartida, en la que nuevamente hay situaciones que generan procesos de aprendizaje. Cuando estos procesos están por agotarse, a menudo sobreviene el nacimiento de los hijos, lo que posiblemente provoca los cambios más dramáticos y permanentes en términos conductuales y de aprendizaje en la vida de un adulto. Sin embargo, en general, después de algunos años se llega a situaciones en las que ya no hay placer ni aprendizaje en la relación de pareja; por ello se ha dicho que si hay interés de ambas partes, cualquier relación amorosa se debe alimentar y reinventar constantemente. En los últimos años varios grupos de psicólogos han descubierto que entre los ingredientes que dan mayor solidez a una relación de pareja por un tiempo considerable son la comunicación, el compromiso, la confianza, la intimidad y la celebración de los momentos importantes para uno de los miembros de la misma, más que el apoyo en situaciones desfavorables. De manera que si quieres permanecer con tu pareja, no dudes en festejar con ella los momentos felices.
Más información
•Fisher, Helen, Por qué amamos: naturaleza y química del amor romántico, Ediciones Taurus, México, 2004.
•Golombek, Diego, Sexo, drogas y biología y un poco de rock and roll, Siglo XXI Editores, Argentina, 2007.
•www.eduardpunset.es/427/charlascon/ la-quimica-del-amor
Conocimiento integral
Dada la importancia del amor tanto maternal o paternal como el de pareja o romántico en la perpetuación y el mantenimiento de los seres humanos y en los diferentes ámbitos de nuestra vida (por ejemplo, se sabe que los trabajadores que tienen una relación amorosa satisfactoria tienen un mejor rendimiento laboral), resulta imprescindible un acercamiento científico a este fenómeno desde distintas áreas del conocimiento. Esto nos permitirá no solo conocer de manera integral los procesos que experimentamos cuando amamos, nos aman, dejamos de amar o ya no somos amados, sino conocer más acerca de cada uno de los componentes del amor, su importancia evolutiva, las regiones cerebrales y mensajeros químicos que participan en el mismo, la forma en que el cerebro organiza el despliegue de muy diversas conductas y los mecanismos moleculares que llevan a que se experimenten las distintas emociones.
http://www.comoves.unam.mx/numeros/articulo/147/que-es-el-amor-respuestas-desde-la-biologia
lunes, 3 de febrero de 2014
Se violaron los derechos y la dignidad de la indígena que dio a luz en el patio de un hospital de Oaxaca: CNDH
Ciudad de México, 3 de febrero (SinEmbargo).– La Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) emitió una recomendación dirigida al gobierno de Oaxaca sobre el caso de una mujer mazateca que dio a luz a su hijo en el patio del Centro de Salud Rural en San Felipe Jalapa de Díaz en octubre del año pasado. A tres meses de este hecho, sin embargo, los casos continúan dándose. El último ocurrió la semana pasada en un centro de salud en Huajuapan de León. La Comisión dijo que luego de analizar el caso de hace tres meses, “encontró elementos que evidencian transgreciones a los derechos humanos a la protección a la salud, a la integridad y su seguridad personal y al trato digno, en agravio de la señora y su recién nacido”. Este caso se refiere a Irma López Aurelio, de 28 años de edad, quien el 2 de octubre ingresó a las 7:30 horas al hospital presentando de olores de parto. Una enfermera la examinó y le pidió que saliera y regresara media hora después. Al salir del nosocomio se produjo el nacimiento de su hijo, sin medidas de salubridad, ni asistencia de persona médico. Posteriormente ingresó al hospital donde permaneció 12 horas aproximadamente. La CNDH expone en la recomendación que “La violación de esos derechos es atribuible al personal de ese centro de salud, adscrito a la jurisdicción sanitaria 03, San Juan Bautista, Tuxtepec, Oaxaca dependiente de la Secretaría de Salud del gobierno estatal, consistentes en brindarles inadecuada atención médica, aunado a la falta de infraestructura necesaria para la apropiada prestación de los servicios de salud.” Se exigió al gobierno de Oaxaca tomar las medidas necesarias para reparar el daño a la madre y al recién nacido, además de diseñar e impartir programas integrales de educación, formación y capacitación en materia de derechos humanos. La institución pidió que se emita “una circular dirigida al personal médico de esa Jurisdicción en la que se le exhorte a entregar copia de la certificación y recertificación que tramiten ante los Consejos de Especialidades Médicas, que acredite tener la actualización, experiencia y conocimientos suficientes para brindar un servicio médico y profesional”. Finalmente solicitó instruir a los servidores públicos para que éstos adopten “medidas efectivas de prevención que permitan garantizar que los expedientes clínicos se encuentren debidamente integrados y protegidos”. En el caso de Irma, a pesar de que la Subprocuraduría de Oaxaca inició una averiguación previa por la negligencia de las autoridades médicas del estado por no atender a la mujer, la Comisión Estatal de Arbitraje Médico de Oaxaca (CEAMO) determinó que no hubo negligencia médica.
Este contenido ha sido publicado originalmente por SINEMBARGO.MX en la siguiente dirección: http://www.sinembargo.mx/03-02-2014/893141.
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